Todo empezó por un cuadro de Klimt. Me había registrado en Blogger hacía poco tiempo. Un día decidí hacerlo. Llevaba entrando unos cinco o seis meses, pero no podía dejar ningún mensaje: el blog no permitía comentarios anónimos. Decidí hacerme una cuenta, y... ¿por qué no? Un blog. Entonces comencé mi andadura por este mundo. Mi límite era muy reducido, quedando acotado en unos cuatro espacios: Canalrancioblog’s, el primero que descubrí, el mismo que no permitía el anonimato y el motivo que me empujó a crearme una cuenta, La Puerta de Tannhaüser, El Blog de la Semana Santa de Sevilla TV y Jordi de Triana.
Y entonces descubrí el cuadro. Un fragmento de “Las Tres Edades de la Mujer” de Gustav Klimt: una joven madre repitiendo la postura de una de las “Serpientes de agua” estrecha a su hija contra su pecho. Ambas están dormidas e irradian paz y tranquilidad, que se entremezcla con el dulzor del amor. Todo fragmentado, sacado de su contexto para situarlo en otro. "¿Qué voy a hacer con tu sonrisa?", éste era el título que acompañaba al fragmento de la obra de Klimt. Todo tenía sentido de repente. Me atreví y entré en un blog nuevo. Crucé el umbral del que a partir de entonces iba a convertirse en mi ‘saloncito’ en Internet. Y no me arrepiento. No tardé en darme cuenta que era especial.
“En la Feria del libro de Sevilla, uno de mis escritores favoritos al dedicarme el último ejemplar escribió lo siguiente: ‘Para Reyes, dama de sevillano nombre, con afecto’”, así se presentaba. Así que decidí entrar y dejarle un comentario a Reyes, La Dama de Sevillano Nombre.
Siempre recuerdo ese momento como la entrada en un salón lleno de gente agradable con temas en común. Un salón acogedor, reconfortante, cubiertas sus paredes de libros, sus muebles de música, y fotos... todo lleno de fotos.
Sin embargo, me recordaba a otra cosa. Después me di cuenta que el olvido se había encargado de desfigurarme la memoria, para que los recuerdos se disiparan, hasta que un día la claridad mental volvió a mi cabeza y entonces comprobé que esa primera entrada al ‘saloncito’ de mi querida Dama era muy similar a la primera vez que crucé la puerta de Santa Catalina, esa gran portada con reminiscencias góticas que procedía de Santa Lucía, para luego toparme con ese frontis, el primitivo ingreso hecho de ladrillos a partir de arcos polilobulados entrelazados y enmarcados por un alfiz, que te embelesa y prepara para introducirte de lleno en un ambiente que conjuga toda clase de estilos. Ése era el recuerdo pero no conseguía encontrarlo en mi cabeza. Demasiado tiempo cerrada a Sevilla.
Después todo fueron temas en común, como la música. Descubrí su pasión por Queen, su predilección por Bohemian Rhapsody; el encanto que producía en ella ese grupo cuyo nombre corresponde con la otra orilla de Sevilla, Triana; el piano y el saxo de Supertramp; la cara oculta de Pink Floyd; las canciones entre líneas de Joaquín Sabina.
Su pasión cofrade, gran amante de la Semana Santa de Sevilla, enamorada de los pasos amargos que rachean en San Juan de la Palma, donde Jesús es despreciado por Herodes y Su Madre recibe uno de los nombres más universales de nuestra Semana Mayor, María Santísima de la Amargura, que llora desconsoladamente junto a San Juan. Llanto que se repite el Jueves Santo, cuando Nuestra Señora de las Lágrimas acompaña al Santísimo Cristo de la Exaltación, la otra gran debilidad de Reyes, La Exaltación que Sevilla conoce por 'Los Caballos'.
Me encantó que fuera bética. Recuerdo que en el primer comentario que le escribí ya se lo dije: “me alegra mucho saber que tanto usted como su hijo estén y sean ‘presos de las trece barras’”. Y vaya si lo es. Me ha demostrado en todo este tiempo que es seguidora acérrima del Real Betis Balompié. Otro tema en común. Ese mismo día la agregué a mis contactos. Me había encantado su blog.
El tiempo transcurrió cargado de entradas que yo esperaba con la misma ilusión que la de un niño cuando espera los regalos en su cumpleaños o la mañana del 6 de enero, ilusión que aún mantengo. Me encanta abrir su blog por las mañanas, al mediodía o por la tarde y descubrir un nuevo artículo, un nuevo comentario o un simple detalle que denote movimiento en su ‘saloncito’.
Tenemos muchos temas en común, pero me encantan esas entradas donde el más mínimo detalle se convierte en el centro de la conversación, demostrando su gran sensibilidad y su capacidad para enganchar a toda esa gente que la visitamos incondicionalmente. Gracias a ella conocí a muchas otras personas que como yo, descubrieron este agradable rinconcito en el gran mundo de Internet, donde dar rienda suelta a tertulias improvisadas, debates curiosos, recomendaciones verdaderamente útiles, detalles sobre algún músico o grupo poco conocido, gustos literarios y opiniones personales. Todo en un ambiente cordial, pero sobre todo, en un ambiente muy agradable y reconfortante, donde se está bien y muy a gusto. Y si no te lo crees siempre puedes preguntárselo a Calleferia, Eres mi cruz, Glauca María, Er Tato, Pregonero de Sevilla, Del Porvenir, Finidiblanco, Rascaviejas, Maese Rancio, Vicenteeldelasalmendras, y un largo etcétera, pues la lista es interminable.
Hace poco, el Sábado Santo, coincidimos en Doña María Coronel viendo Los Servitas, sin embargo, no pudimos encontrarnos. Ella dice que no la vi porque es la ‘mujer invisible’, aunque yo la hubiera reconocido: guantes de Pino y cámara digital en la mano.
Solo me queda darte las gracias por todo querida Reyes.
Y ahora me marcho, voy a ver si ha escrito algo nuevo la Dama de Sevillano Nombre.
Y entonces descubrí el cuadro. Un fragmento de “Las Tres Edades de la Mujer” de Gustav Klimt: una joven madre repitiendo la postura de una de las “Serpientes de agua” estrecha a su hija contra su pecho. Ambas están dormidas e irradian paz y tranquilidad, que se entremezcla con el dulzor del amor. Todo fragmentado, sacado de su contexto para situarlo en otro. "¿Qué voy a hacer con tu sonrisa?", éste era el título que acompañaba al fragmento de la obra de Klimt. Todo tenía sentido de repente. Me atreví y entré en un blog nuevo. Crucé el umbral del que a partir de entonces iba a convertirse en mi ‘saloncito’ en Internet. Y no me arrepiento. No tardé en darme cuenta que era especial.
“En la Feria del libro de Sevilla, uno de mis escritores favoritos al dedicarme el último ejemplar escribió lo siguiente: ‘Para Reyes, dama de sevillano nombre, con afecto’”, así se presentaba. Así que decidí entrar y dejarle un comentario a Reyes, La Dama de Sevillano Nombre.
Siempre recuerdo ese momento como la entrada en un salón lleno de gente agradable con temas en común. Un salón acogedor, reconfortante, cubiertas sus paredes de libros, sus muebles de música, y fotos... todo lleno de fotos.
Sin embargo, me recordaba a otra cosa. Después me di cuenta que el olvido se había encargado de desfigurarme la memoria, para que los recuerdos se disiparan, hasta que un día la claridad mental volvió a mi cabeza y entonces comprobé que esa primera entrada al ‘saloncito’ de mi querida Dama era muy similar a la primera vez que crucé la puerta de Santa Catalina, esa gran portada con reminiscencias góticas que procedía de Santa Lucía, para luego toparme con ese frontis, el primitivo ingreso hecho de ladrillos a partir de arcos polilobulados entrelazados y enmarcados por un alfiz, que te embelesa y prepara para introducirte de lleno en un ambiente que conjuga toda clase de estilos. Ése era el recuerdo pero no conseguía encontrarlo en mi cabeza. Demasiado tiempo cerrada a Sevilla.
Después todo fueron temas en común, como la música. Descubrí su pasión por Queen, su predilección por Bohemian Rhapsody; el encanto que producía en ella ese grupo cuyo nombre corresponde con la otra orilla de Sevilla, Triana; el piano y el saxo de Supertramp; la cara oculta de Pink Floyd; las canciones entre líneas de Joaquín Sabina.
Su pasión cofrade, gran amante de la Semana Santa de Sevilla, enamorada de los pasos amargos que rachean en San Juan de la Palma, donde Jesús es despreciado por Herodes y Su Madre recibe uno de los nombres más universales de nuestra Semana Mayor, María Santísima de la Amargura, que llora desconsoladamente junto a San Juan. Llanto que se repite el Jueves Santo, cuando Nuestra Señora de las Lágrimas acompaña al Santísimo Cristo de la Exaltación, la otra gran debilidad de Reyes, La Exaltación que Sevilla conoce por 'Los Caballos'.
Me encantó que fuera bética. Recuerdo que en el primer comentario que le escribí ya se lo dije: “me alegra mucho saber que tanto usted como su hijo estén y sean ‘presos de las trece barras’”. Y vaya si lo es. Me ha demostrado en todo este tiempo que es seguidora acérrima del Real Betis Balompié. Otro tema en común. Ese mismo día la agregué a mis contactos. Me había encantado su blog.
El tiempo transcurrió cargado de entradas que yo esperaba con la misma ilusión que la de un niño cuando espera los regalos en su cumpleaños o la mañana del 6 de enero, ilusión que aún mantengo. Me encanta abrir su blog por las mañanas, al mediodía o por la tarde y descubrir un nuevo artículo, un nuevo comentario o un simple detalle que denote movimiento en su ‘saloncito’.
Tenemos muchos temas en común, pero me encantan esas entradas donde el más mínimo detalle se convierte en el centro de la conversación, demostrando su gran sensibilidad y su capacidad para enganchar a toda esa gente que la visitamos incondicionalmente. Gracias a ella conocí a muchas otras personas que como yo, descubrieron este agradable rinconcito en el gran mundo de Internet, donde dar rienda suelta a tertulias improvisadas, debates curiosos, recomendaciones verdaderamente útiles, detalles sobre algún músico o grupo poco conocido, gustos literarios y opiniones personales. Todo en un ambiente cordial, pero sobre todo, en un ambiente muy agradable y reconfortante, donde se está bien y muy a gusto. Y si no te lo crees siempre puedes preguntárselo a Calleferia, Eres mi cruz, Glauca María, Er Tato, Pregonero de Sevilla, Del Porvenir, Finidiblanco, Rascaviejas, Maese Rancio, Vicenteeldelasalmendras, y un largo etcétera, pues la lista es interminable.
Hace poco, el Sábado Santo, coincidimos en Doña María Coronel viendo Los Servitas, sin embargo, no pudimos encontrarnos. Ella dice que no la vi porque es la ‘mujer invisible’, aunque yo la hubiera reconocido: guantes de Pino y cámara digital en la mano.
Solo me queda darte las gracias por todo querida Reyes.
Y ahora me marcho, voy a ver si ha escrito algo nuevo la Dama de Sevillano Nombre.
Para Reyes...
16 comentarios:
Querido aguaó, todos somos un poco el niñ@ que lleva la Dama en sus brazos.
Solo necesitábamos que alguien como tú lo escribiera.
Un beso.
Maria
Ahora vuelvo, necesito una pausa para respirar...
Reconozco que no se que decirte, tan sólo darte las gracias.
Diariamente, al entrar en mi blog, compruebo con gran satisfacción vuestras visitas, y me llega incluso a preocupar la ausencia de otros como por ejemplo, maese rancio, calleferia o lopera in the nest.
Gracias de todo corazón, estoy segura de que si alguna vez te cruzas por la calle conmigo, sabrás que soy yo sin necesidad de preguntarme si me llamo Reyes.
Me has fotografiado.
Te debo una, gracias de nuevo, amigo.
Me chifla ese cuadro, como a la mitad de la humanidad, supongo.
Querido y admirado Aguaó:
Siempre he creido que eras la reserva cultural de nuestra pequeña blogosfera (por Dios, que palabra más horrorosa); pero incluso es que incluso en esta entrada que haces con el corazón no dejas nunca de ilustrarnos, ¡ eres la le...!.
Es curioso pero acabo de recordar que la primera vez que me decidí a escribir en el blog de Dama también fué en la entrada de Klimt (¿qué voy a hacer con tu sonrisa?) y he de decirte que me ha emocionado lo que escribes, porque creo que es lo mismo que (sin tu pericia) hubiera escrito yo.
Felicidades por la belleza de la entrada querido amigo.
PS: Aunque hay un parrafito que como comprenderás yo jamás habria escrito...
Estoy absolutamente feliz.
Un detalle: ¿Que voy a hacer con tu sonrisa? es una canción de Triana, para poner la guinda al pastel...
Querida Glauca, un beso para tí también. Me halagas con tus palabras.
Querida Dama, las gracias siempre te las daré yo a ti. Me alegra mucho encontrarte siempre aquí y me encanta tu blog y como tratas a la gente. Te merecías un homenaje. Y me alegro que mi humilde entrada te haya gustado. Es un honor para mí.
Querida Primaveritis, sea usted bienvenida siempre que guste, pues esta es su casa.
Querido Calleferia, tus palabras me halagan, cuando tus entradas son deliciosos sorbos de sutileza que hacen emocionar al más duro de los bárbaros. Eres tú el que debes recibir mis felicitaciones, pues aprendo mucho cada vez que te leo. Por cierto, pese a que te va la 'merva kanutera' como diría el amigo Eres mi cruz, sé por tus entradas, que posees un gran respeto por el Real Betis.
Un fuerte abrazo a todos.
P.D. Y gracias por vuestras palabras.
Tío, de verdad, ¿quién escribe un artículo a las ocho menos cuarto de la mañana? Pero, sobre todo ¿cómo puede salirte tan bien? Si yo intentara escribir algo a esas horas saldría algo impublicable.
Y sí, a todo el mundo le gusta la Dama.
Yo también, tras descubrirla en el canal rancio, me estrené en esto de los blogs a través del de Reyes. Incluso cuando me decidí a iniciar uno (el día de su santo), me tomé la licencia de utilizar su misma plantilla que aún mantengo.
Creo que la primera vez que le escribí fue en una entrada sobre la calle Feria y tras aquello, poco a poco me fue sorprendiendo su sensibilidad y nuestros muchos gustos afines. Eso sí, cuando me ganó del todo fue cuando empezamos a hablar del Tremendo y del Rinconcillo, jaja!!
Mi ya admirado aguaó:
Escribe usted com los mismísimos ángeles. Eso de entrada.
El único motivo de este comentario aquí en su ventana es agradecerle que me felicite por mi blog, al que le queda tanto que madurar y aprender.
Espero verle más por mi ventana, a usted y a sus amigos. Será un honor para mí.
Saludos,
Miguel Andréu
Por cierto, le enlazo con su permiso en mi pagina.
Querido Miguel Andréu, esta usted en su casa. Entre y sírvase el agua que guste, pues es bienvenido siempre que lo desee y es un placer tenerlo aquí.
Un abrazo.
P.D. Yo ya me he permitido esa licencia y su blog figura ya entre los míos.
Hay gustos paralalelos. Hay sensaciones paralelas. Hay otros que sienten como uno... Se siente la compañía... Como el dinero no me llega para tener sólo grabados originales, en el pasillo de mi casa tengo una reproducción de Klimt. Se pueden imaginar el cuadro...
Aguaó, er máquina eres tú...
acabas de destapar una trama surrealista...
¡¡¡Todos tenemos el cuadro en casa!!!
Prometo que mi mujer lo compró por una sencilla razón: si les digo que mi hija es igual que la del cuadro, ustedes dirán "¡bach! eso mismo pensé yo"... sí... vale...
pero es que mi hija es igual.
Sinceramente, después de leer este artículo sólo se me ocurre decir que: "Ojalá todos los pasos de Sevilla tuvieran un aguaó que les diera tanto aliento como hace éste a través su palabras". Eres un ejemplo para todos, gracias por tus artículos. Te he añadido a mi lista de favoritos, de los que estoy igual de orgulloso. Una vez más, gracias por emocionarnos.
Querido Rascaviejas, que alegría encontrarte por aquí. Me alegro que todos coincidamos en nuestro gusto por Klimt.
Querido Eres_mi_cruz, te tengo que dar la enhorabuena. La niña que representa Klimt es preciosa.
Querido Hispalis, gracias a tí. Eres bienvenido siempre que gustes, aquí tienes tu casa y puedes echar un trago cuando quieras y te apetezca. Entra sin llamar.
Un abrazo a todos.
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