Hernando de Esturmio - "Santa Justa y Rufina" - 1555
Catedral de Sevilla
En 1537 ya se conocen noticias de Hernando de Esturmio en Sevilla. Este extraordinario pintor de magníficas maneras, vivió en la Parroquia de San Andrés, como algunas fuentes hacen constatar, aunque también podría tratarse que viviera en dicha collación.
De posible origen flamenco, debido a las influencias que muestran sus pinturas, posee obras en Arcos de la Frontera, Madrid, Moguer, Osuna, Sanlúcar de Barrameda y Sevilla Capital, teniendo un amplio número de cuadros en tierras andaluzas.
Una vez terminado el cuerpo de la Catedral de Sevilla, se procedió a dotarlo de sacristía, sala capitular, contadurías y otras dependencias, así como capillas adyacentes al muro, que se abrieron a las naves laterales, y situadas entre los contrafuertes, que suelen tener un altar y advocación particular, como la de Don Rodrigo de Santillán, Arcediano de Écija, que fundó la Capilla de los Evangelistas, y costeó para la misma, un retablo pictórico encargado a Hernando de Esturmio. Dicho retablo fue pintado entre el 27 de mayo de 1553 y el 25 de marzo de 1555, y en él se representa a “La Resurrección de Cristo” en el segundo cuerpo, flanqueada en los laterales por “San Juan” y “San Mateo”. En el primer cuerpo figuran en el centro “La misa de San Gregorio” y en los laterales “San Marcos” y “San Lucas”. En el banco del retablo aparecen tres composiciones que representan a “Santa Catalina y Santa Bárbara”, “San Sebastián con San Juan Bautista y San Antonio” y por último, “Santa Justa y Santa Rufina”.
El retablo alcanzó el mayor nivel artístico de toda la carrera de Esturmio, y en especial, las obras del banco, las cuales se fechan en 1555. Este altísimo nivel alcanzado por el pintor, puede deberse a dos motivos: la elevada cantidad económica que percibió por el encargo y el destino de su obra, la Santa Iglesia Catedral de Sevilla.
“Santa Justa y Santa Rufina” poseen un dibujo conciso y muy marcado, tendente a precisar nítidamente los contornos. Las dos santas tienen actitudes contrapuestas y están lujosamente ataviadas. Al fondo, y entre ellas, aparece la Giralda, más como alminar de mezquita que como torre de la Catedral, con una pobre espadaña, ya que, como dije hace poco, el campanario actual no se aprobaría hasta 1558. Aparece casi aislada, fuera de contexto y escala.
La pintura posee un cierto sabor a Rafael, alimentado además con un clasicismo renacentista de origen romano, lo que hace pensar que el pintor puede que estuviese alguna vez en Roma, aunque esto solo son sospechas, ya que no se sabe nada de Esturmio antes de 1537.
La obra es bellísima. Posee una definida sutileza, tanto en los gestos como en la postura contrapuesta de ambas hermanas, que gozan de una alta elegancia en sus detalles, como el lujo con el que están ataviadas, o sus miradas, que desprenden calma y tranquilidad. Al fondo, un templo, casi atemporal y descontextualizado, aparece a medias derribado o construido, inmerso en un ambiente de semiabandono, como demuestra el estado de sus arcos a medio cerrar, lleno de arbustos y ramas, y en el centro, la Giralda, a cuyos pies se describe la escena del martirio de las dos santas, que la flanquean.
Magnífica obra que podemos admirar en la Capilla de los Evangelistas de la Catedral de Sevilla.
Hoy es 4 de julio, día en el que sabremos por fin el destino de “Santa Rufina”, que se subastará en Londres en la casa Sotheby’s. La puja comenzará desde 9 millones de euros... ¿quién da más?
De posible origen flamenco, debido a las influencias que muestran sus pinturas, posee obras en Arcos de la Frontera, Madrid, Moguer, Osuna, Sanlúcar de Barrameda y Sevilla Capital, teniendo un amplio número de cuadros en tierras andaluzas.
Una vez terminado el cuerpo de la Catedral de Sevilla, se procedió a dotarlo de sacristía, sala capitular, contadurías y otras dependencias, así como capillas adyacentes al muro, que se abrieron a las naves laterales, y situadas entre los contrafuertes, que suelen tener un altar y advocación particular, como la de Don Rodrigo de Santillán, Arcediano de Écija, que fundó la Capilla de los Evangelistas, y costeó para la misma, un retablo pictórico encargado a Hernando de Esturmio. Dicho retablo fue pintado entre el 27 de mayo de 1553 y el 25 de marzo de 1555, y en él se representa a “La Resurrección de Cristo” en el segundo cuerpo, flanqueada en los laterales por “San Juan” y “San Mateo”. En el primer cuerpo figuran en el centro “La misa de San Gregorio” y en los laterales “San Marcos” y “San Lucas”. En el banco del retablo aparecen tres composiciones que representan a “Santa Catalina y Santa Bárbara”, “San Sebastián con San Juan Bautista y San Antonio” y por último, “Santa Justa y Santa Rufina”.
El retablo alcanzó el mayor nivel artístico de toda la carrera de Esturmio, y en especial, las obras del banco, las cuales se fechan en 1555. Este altísimo nivel alcanzado por el pintor, puede deberse a dos motivos: la elevada cantidad económica que percibió por el encargo y el destino de su obra, la Santa Iglesia Catedral de Sevilla.
“Santa Justa y Santa Rufina” poseen un dibujo conciso y muy marcado, tendente a precisar nítidamente los contornos. Las dos santas tienen actitudes contrapuestas y están lujosamente ataviadas. Al fondo, y entre ellas, aparece la Giralda, más como alminar de mezquita que como torre de la Catedral, con una pobre espadaña, ya que, como dije hace poco, el campanario actual no se aprobaría hasta 1558. Aparece casi aislada, fuera de contexto y escala.
La pintura posee un cierto sabor a Rafael, alimentado además con un clasicismo renacentista de origen romano, lo que hace pensar que el pintor puede que estuviese alguna vez en Roma, aunque esto solo son sospechas, ya que no se sabe nada de Esturmio antes de 1537.
La obra es bellísima. Posee una definida sutileza, tanto en los gestos como en la postura contrapuesta de ambas hermanas, que gozan de una alta elegancia en sus detalles, como el lujo con el que están ataviadas, o sus miradas, que desprenden calma y tranquilidad. Al fondo, un templo, casi atemporal y descontextualizado, aparece a medias derribado o construido, inmerso en un ambiente de semiabandono, como demuestra el estado de sus arcos a medio cerrar, lleno de arbustos y ramas, y en el centro, la Giralda, a cuyos pies se describe la escena del martirio de las dos santas, que la flanquean.
Magnífica obra que podemos admirar en la Capilla de los Evangelistas de la Catedral de Sevilla.
Hoy es 4 de julio, día en el que sabremos por fin el destino de “Santa Rufina”, que se subastará en Londres en la casa Sotheby’s. La puja comenzará desde 9 millones de euros... ¿quién da más?
12 comentarios:
Lamento el mal estado de la imágen, que impide apreciar la gran calidad que posee esta obra, pero carezco de escaner y es la única fotografía que he podido encontrar.
Os pido disculpas y de paso os animo a que la admiréis 'en directo'.
Gracias por seguir saciando nuestra sed.
Espero que hoy el cuadro venga a Sevilla.
Sería terrible dejar escapar este cuadro, estaríamos ante un atentado a la historia de nuestra ciudad, el arte de la misma y su cultura. Espero que venga pá Sevilla.
Gracias por la lección de arte.
Y como todos, espero que se quede en Sevilla.
Menos mal que cuando fui a verlo le hice unas fotillos.
Gracias por vuestras palabras. Me alegro muchísimo de que os guste.
Querido Testificando, sea usted bienvenido siempre que guste.
Un abrazo a todos.
"Londres, 4 jul (EFE).- El cuadro "Santa Rufina", atribuido al pintor español Diego de Velázquez, fue adquirido hoy por una fundación privada sevillana por 12,47 millones de euros en una subasta de la casa Sotheby's en Londres.
El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Marset, fue el encargado de pujar por el cuadro en representación de la Fundación Focus Abengoa, confirmó a Efe su directora general, Anabel Morillo".
Extracto de la última hora de la agencia EFE: "Santa Rufina" vuelve a Sevilla. Posiblemente acabe en el Hospital de los Venerables, donde tiene su sede la Fundación Focus Abengoa.
¿Qué opinan vuesas mercedes de este detalle?
Que si Velázquez levantara la cabeza le daba un síncope al ver el dinero que se ha pagado por un cuadro suyo.
Buena noticia para Sevilla.
Da mucho que pensar. En primer lugar parece un golpe de envergadura al que aquí, desgraciadamente no estamos acostumbrados (me refiero a Sevilla, que en Málaga se inventaron todo un Museo Picasso, aunque decir eso no sea políticamente correcto).
Lo del precio es una locura más de nuestros tiempos. ¿Cúánto ha costado Fernando Torres al Liverpool? Seguro que nuestra Santa no nos falla al gustazo visual (El "Niño" seguro, ya ha demostrado que falla más que las escopetas de la Feria...).
¿Arte de masas? ¿Propaganda? ¿Relación calidad precio? ¿Locura? ¿Política mal encaminada frente a obras de autores contemporáneos a Velázquez olvidadas por la ciudad? ¿Momento definitivo para hacer una pequeña sala de Velázquez en el Museo? ¿Momento para que el sevillano se entere del valor de su patrimonio? ¿Momento para sacar pecho en el panorama artístico internacional? Se podrán hacer las puntualizaciones que se quieran pero no cabe duda de que Sevilla gana una buena obra (ojo, que ahora saldrán supuestos expertos dudando de ella) y que ojalá la política cultural siga siendo noticia y no el color del tanga de Belén Esteban...por poner un ejemplo.
Saludos maese aguador.
Que alegria me llevo, al leer esta noticia, con esto sale ganando nuestra querida Sevilla.
Aguaó, le doy las gracias por la acogida en su blog, estaré dispuesto para lo que vuestra merced mande.
Pues sí, el cuadro atribuido a Velázquez ya está de vuelta a casa. Espero que el mismo esté pronto expuesto para todos, sevillanos y no sevillanos. Gracias por esta lección de arte una vez más querido 'Aguaó'.
Rascaviejas me ha quitado mi opinión.
Efectivamente, cuanto se ha pagado por un borrego como Beckham...
Me alegro mucho.
Pues para Sevilla, estupendo;
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