martes, 30 de septiembre de 2008

El disfraz de la infancia


Quizás fuera esa fiebre que me entró cuando vi descender por primera vez un murciélago humano. Tal vez la risa de Joker me traspasó más de lo que mi subconsciente podía creer. Posiblemente fuera el escudo, que en mi inocente infancia confundía con una boca abierta y sonriente, pues el surrealismo de un niño no tiene límites. O por el contrario, puede que sencillamente fuera por la impresión que me causó ver un superhéroe en una pantalla gigante, con un sonido más fuerte de lo normal y en una sala oscura y cargada de gente. Era la primera vez que iba al cine, y las sensaciones que viví se quedaron ancladas de por vida en mi memoria de niño y en aquellos ojos que ya disfrutaban de los sinsabores de la miopía y el astigmatismo. En la actualidad, Batman es un concepto totalmente renovado y lejano de aquel estereotipo que creara Tim Burton. Toda la parafernalia oscura y de tinieblas del famoso e histriónico director, ha sido sustituida por la increíble eficacia de Christopher Nolan, y el hieratismo de Michael Keaton, el siempre hombre-murciélago de mi infancia, ha sido extraordinariamente resuelto y reencarnado por Christian Bale. Todo cambia y se muta. Y se renueva. Se renovó el Batmobile y se renovó el Cine Delicias. O más bien se eliminó de nuestra vida. Allí donde perdí mi virginidad cinematográfica, ahora se venden productos bajo el lema de un supermercado que nos ofrece más. De una forma u otra, Batman consiguió penetrar en mi mente y dejarme clara una cosa: quería ponerme su traje.


Pasó el tiempo lentamente, porque a los niños, como a los enamorados que esperan, el tiempo no se les pasa con la rapidez que la madurez y la experiencia otorga. Pasa despacio y tedioso en algunas ocasiones. Pero como todo, llegó la fiesta de Navidad de mi colegio, aunque lentamente para mí, porque era niño y en mis días cabían siglos. En dicha fiesta había que disfrazarse, pues era una especie de tradición que se respetaba desde que el parvulito te ponía delante de tu camino de estudiante. Pero ahora tenía más años, y vestirme de pastor no me estimulaba lo suficiente, ni me servía para competir contra los otros disfraces. Se había tomado la decisión y mis padres hicieron el resto. Tendría mi disfraz de Batman. Y allí estaba yo esa mañana. La mañana de los disfraces antes de Navidad. Todo me quedaba a medida pero mis nervios me traicionaron, y el estómago se me llenó de avispas furiosas que daban punzadas cada dos segundos. Allí estaba mi flamante traje de hombre-murciélago. La capa negra cortada en triángulos por abajo, la máscara a medida con los dos cuernos de cartón forrados de tela negra, el cinturón completo de elementos que se cerraba con una chapa grande forrada de amarillo, a modo de imperdible, que anunciaba un zumo ya desaparecido. Todo esperándome para que saliera camino del colegio a demostrarle a mis amigos que era el verdadero Batman, aunque algo encogido de estatura. Finalmente conseguí tranquilizarme, pero cuando llegué ya había comenzado todo.


Al año siguiente la cosa cambió. Un año era demasiado para un niño. Un periodo largo y sin fin en el horizonte donde descubrir toda clase de estímulos y aprender miles de cosas. Pero una vez más, aunque a paso de tortuga mutilada, llegó la Navidad y su típica fiesta. Esta vez lo tenía claro, no me iba a poner nervioso. Debía llegar a tiempo, como los demás. Pero en esta ocasión no iría del Caballero Oscuro. Había pasado todo un año, dónde había conocido otros superhéroes, pero por encima de todos había uno que me sorprendió y consiguió convertirme en un adicto a sus hazañas. El famoso Hombre Araña, o Spiderman. Recuerdo que las tardes eran de aquel personaje con poderes, capaz de trepar muros y lanzar redes, e incluso de prevenir con su sentido arácnido un posible peligro. Sin lugar a dudas, había desbancado a Batman y Michael Keaton. Eran dibujos animados, y yo lo sabía, pero me encantaba verlo padecer como un estudiante, una persona completamente normal, a la que una araña radioactiva le había otorgado poderes. Mucho tiempo pasaría después hasta que me conciencié de que las picaduras de araña no daban estas cualidades. Tenía que disfrazarme de Spiderman, porque además de ser mi superhéroe favorito, era el primero que me había hecho comprar mi primer cómic. Que no tebeo, pues ese honor recayó en los ilustres Mortadelo y Filemón. Y la fiesta llegó y yo entré triunfante e ilusionado con mi disfraz del Hombre Araña, hecho por mis padres otra vez. Allí estaban todos mis amigos y ninguno coincidió conmigo. Nadie quería ser un héroe que vive con su tía May y trabaja en un periódico que lo masacra informativamente. Una amalgama de personajes completaban la fiesta. Guille repetía, y se me iban las cuentas del tiempo, con sus calentadores, zurrón y gorrito de pastor, el último ampliado para tal menester, que el chiquillo crecía y cada vez se le marcaba más la sien. Seguramente lo tenga guardado aún. Alberto lucía, por segundo año consecutivo y adoleciendo un cambio de atuendo, el disfraz de Leonardo, una de las tortugas ninja. La cinta aislante del caparazón daba muestras de la necesaria renovación. Anque supongo que él pensaría lo mismo al ver a Spiderman con zapatos negros. Emilio iba de diablo y Samuel de mejicano, con un bigote que me recordaba a su padre. Manuel fue el único que se unió a la moda de los superhéroes y vino de Capitán América.


Con el tiempo los disfraces fueron cambiando y la seriedad de los mismos ocupó un papel importante en su confección. Llegaron los disfraces de anciana, monje, romano, cámara de fotos (sí ya lo sé... puede ser algo que roce el Surrealismo) e incluso plátano, por mucho que la gente se empeñara en relacionarnos con un motivo más erótico que la fruta del amor. Sin embargo, de todos estos disfraces de mi infancia, no dejo de acordarme de aquellos que se marcaron a fuego, el de Batman, mi primer disfraz apenas con siete años, y Spiderman un año después. Y aunque podáis pensar lo contrario, no soy el que aparece en el vídeo.


Y vuesas mercedes... ¿qué disfraz recordáis de vuestra infancia?, ¿de qué os gustaría disfrazaros en la actualidad?, ¿os habéis disfrazado hace poco?, ¿quién usa disfraz hoy en día?... ahora no me disfrazo, aunque a veces me entran ganas. Quizás sí viva en un disfraz. Uno con jubón ajado y túnica cuarteada por el paso del tiempo. Atrapado en un cuadro en tierra de luteranos, pero de espíritu libre por las calles de la ciudad que me vio saciar la sed de sus hijos. ¿Os sirvo un poco de agua?.

34 comentarios:

Ana Asuero dijo...

Creo que todos hemos tenido un disfraz de la infancia. A mí me dio un año por querer vestirme de Peter Pan y no veas la que le dí a mi madre porq no podía volar de verdad....

Canónigo Alberico dijo...

yo me vestia de mexicano con el poncho el Rocío. Que me gustan los superheroes.
un abrazo pare en estos dias voy a levantar la veda del Rinconcillo

La verdad esta ahi fuera dijo...

Yo recuerdo haberme disfrazado de soldadito de plomo para una funcion en el colegio, de Peter Pan y de estatua de la libertad. Un año hasta nos disfrazamos de indios hicimos los disfraces con hojas de castaño, quedaron fantasticos.

Corina dijo...

Mi hermano tenía una camiseta de Batman que le duró mucho tiempo y estaba también encantado con la idea de ser ese personaje.
Yo me disfracé un año de pastorcita, otro de pantera rosa (con un disfraz de mi prima) y con quince años de payasa (con unos pantalones vagabundos, una chaqueta naranja con lunares blancos de mi madre y un sombrero de mi abuelo).
Pero para mí disfrazarme es ponerme el traje de flamenca también, porque te transformas en un ente folklórico divino, ja, ja.
Gracias por resucitar estos recuerdos. Ha sido divertido.
Besos, Aguaó.

La gata Roma dijo...

No sé el orden, pero mis primeros disfraces fueron de fallera, de chica Charlestón y” jaguayana”, para la guardería. Poco tiempo después llegó el clásico de pastora y empezó la monarquía, porque aunque republicana en la adultéz, siempre pedía a los Reyes disfraces de princesa, y más de uno y más de dos tenía…
Y creo que nunca he dejado de disfrazarme, aprovecho casi cualquier oportunidad. En los últimos tiempos, el de gata ha sido bastante socorrido.
Un disfraz tiene muchas interpretaciones, y yo creo que las uso todas, aunque en momentos diferentes.
Kisses

Anónimo dijo...

Pues en lo que la memoria me alcanza no recuerdo haberme disfrazado de nada.

Mi héroe de cómic favorito desde pequeño es Conan y para disfrazarse de él, más que un traje se necesitaría un buen chute de anabolizantes y esteroides... jejeje.

aiNOha dijo...

ese Batman! jajaja pos yo como ya sabes soy de la Catwoman, y llegué a tener uno sip,. y me disfracé sip, pero cuando estaba una delgaita jajajaja si no fijate tu que catwoman.. :S jaja

Pues de pekeña man disfrazao de muchisimas cosas, pero ya de mas mayorcita me disfrazado de Cruela Devil, de bruja, de charleston... me gusta me gusta ^^

Un besitoo!

Néstor dijo...

Jo, qué envidia... Yo nunca logré disfrazarme de nada. Bueno, no sé si vale de Rambo, cuando jugábamos de pequeños, en verano, convertidos más bien en pequeñas bestezuelas...

orfila dijo...

Pues yo de niño no me disfracé de nada. Y hace un año y pico, se casó un amigo mío y celebró una "Boda de disfraces". Así que me estrené. Me fui a la calle Peral con Puente de Barcas y salimos ataviados estilo Mozart. Pa vernos.

No me gusta disfrazarme...

Anónimo dijo...

Recuerdo mis disfraces infantiles con cariño,el de Pipi Calzaslargas me encantaba, porque era ponerme esas trenzas tiesas y las medias de coleres y .. sufría una trasmutación, para desgracia de mis padres!!! y eso que de pequeña no sabía que era eso del Método Stanislawski....también me dió por ir de fresa, de japonesa,de gato con botas, de pirata, de momia, de egipcia,de vampiro, de bruja... pero uno que me hace gracia al recordarlo es el disfraz de "chica" con 8 o 9 años ponerme unas medias de cristal de mi madre y unos tacones,pintarme los morros, agenciarme un bolso de mi abuela y rellenar un sujetador con algodones... es que no tiene precio.... imagínate a 7 niñas de eso, 8-9 años de esta guisa... jajaja que recuerdos, a los niños de nuestra panda en cambio, les daba por los spidermans, indios y vaqueros,drácula, frankenstein, presos,polis y cacos...
En la acualidad sigo disfrazándome en carnaval, mi favorito es el de payaso, en todas sus versiones, desde el payaso picassiano, al payaso de la tele, con su ¿cómo estan ustedeeees? incluído. Buff !!! qué de recuerdos, gracias por el post, besos

Rascaviejas dijo...

Ahora que no nos oye nadie: servidor se ha disfrazado de novia tradicional con velo, de troglodita en carnaval, de mujer hortera en despedida de soltera, de chulopiscinas de los 70, de embajador con chaqué y de la vieja que mediobailaba elpobremigué de Triana Pura. Las fotos están bajo llaves...

El Caliz de la Canina dijo...

Pues de principe de Bekelar el de las galletas,querido Aguaó y ya en el colegio de Negrita y ama de casa.

Pa reirte miarma¡.

Un abrazo canino.

La Canina seguirá cavilando .....

Anónimo dijo...

Cierto aguaó no eres el del video, tu no caes de esa forma,tu vas rompiendo tabiques nasales a los inocentes en vez de ajusticiar a los malos ajajaja.
Yo recuerdo los disfraces de pastorcito durante muchos años, tambien de mujer,de triana pura,platano, camara de fotos, mojes, vikingos, etc etc..
Espero seguir disfrazandome durante muchos años más.
Un saludo del pastorcillo y sus biscotes...

callejón de los trapos dijo...

Yo soy de los que no solían disfrazarse de pequeño. No me terminaba de gustar. Además recuerdo un mal episodio que me ocurrió cuando me disfracé de fantasma. Me quité el disfraz a mitad de cabalgata y ya no me lo quise poner y fue mi madre cargando con el. Al cabo de un tiempo me di cuenta que ella estaba desilusionada, y eso me afecto, me lo volví a poner para que no se sintiese mal. Y desde entonces le dije que solo me preparase disfraces si me quería disfrazar.

Por otro lado, aguaó, yo también confundia el escudo de Batman, con unos dientes. Gran primera película de Batman, y mejores dibujos animados de Spiderman, el hombre de hielo y Estrella de fuego...

el aguaó dijo...

Ese era un detalle algo complicado para nuestras madres querida Ana, los efectos especiales.

Mejicano con el poncho del Rocío, una combinación impresionante. En cuanto a la veda... estaremos pendientes amigo Canónigo.

A veces, cuando los disfraces se hacen de forma artesanal, querido La verdad está ahí fuera, parecen que son más auténticos.

De pastor o pastora creo que nos hemos vestido todos alguna vez, por eso no lo incluí dentro de los disfraces. Sin embargo, no me cabe duda de que para muchas de vosotras, vestirse de flamenca se acerca mucho a la similitud del difraz amiga Corina.

Querida Gata, no esperaba menos de ti y sabía que el disfraz de felino tendría que incluirse en tu repertorio. El disfraz de hawaiano/a es algo muy socorrido en guarderías, pues recuerdo que también era algo normal. Supongo que la confección del mismo ayudaba a su generalización.

Amigo Maese, actualmente, y desde hace bastantes años, Conan consiguió desbancar a todos los superhéroes y se ha convertido, sin lugar a dudas, en el personaje principal de mi colección de cómics. De hecho, actualmente estoy consiguiéndome "La Saga de Conan", una recopilación magnífica en orden cronológico, sobre la vida del Cimmerio. También estoy coleccionando los tres tomos de "La Saga de Valeria". Y coincido contigo en el disfraz, pero o me gasto una pasta en gomaespuma para simular músculos, o tendríauq einternarme en el gimnasio.

Ya te lo dije en tu entrada querida Ainoha, que estaba preparando un texto donde aparecía Batman. Catwoman siempre la relacionaré con Michele Pfeiffer, es lo que tiene estar imbuído por esas primeras películas de Tim Burton.

Amigo Néstor, de Rambo no está nada mal. Eso sí... si te has quedado con ganas de disfrazarte, nunca es tarde si la dicha es buena.

Supongo que eso depende del momento también amigo Orfila. Pero me hubiera gustado verte de Mozart.

Gracias a ti querida Luna. Parece ser que el disfraz de payaso pega fuerte. Me quedo, entre todos los que has dicho, de pirata, porque es uno de los que me quedé con ganas de disfrazarme. Quien sabe... quizás algún día.

Amigo Rascaviejas vayamos por partes... y bajito para que nadie nos oiga: ¿de novia con velo incluído? pero esa imagen es impagable. En la crisis en la que nos hayamos inmersos, vuesa merced puede llenar sus arcas con la venta de ese documento. En cuanto a Triana Pura, servidor también se vistió un año de eso, pero no estaba muy bien hecho. Eso sí, sé de buena pinta que voacé también se disfrazó de un personaje mejicano muy famoso.

¡No me puedo creer que te disfrazaras de Príncipe de las galletas querida Canina! ¿Hay documentos gráficos de eso?

Querido Capitán, tus disfraces son los míos, porque cuando tocaba vestirnos en conjunto, ambos lo preparábmos en pandilla. Que conste que lo del tabique nasal... fue sin difraz.

Ahí estoy de acuerdo contigo querido Callejón. Uno se tiene que disfrazar cuando se le apetezca. En cuanto a los dibujos animados, me refería precisamente a esos: Spiderman y sus sorprendentes amigos, el Hombre de Hielo y Estrella de Fuego. Impresionantes. Y compruebo que tú también confundías el escudo de Batman.

Un fuerte abrazo a todos.

eres_mi_cruz dijo...

¡tenemos las fotos!

el aguaó vestido de spiderman

el aguaó vestido de batman

Persa dijo...

Parece claro que los que superamos los 35 no nos hemos disfrazado de nada. Qué curioso. Tal vez sea la marca de unos años en los que la imaginación de la sociedad no le llegaba a la de los niños ni a las suelas de los zapatos.
Yo siempre he querido disfrazarme de torero. Llegar a mi trabajo vestido de tabaco y oro, con mi capote de paseo y mi montera calada. Tras de mí, toda la cuadrilla, con picadores en sus caballos y todo. Mi amigo Fernando Limones vestido de apoderado. Apostarme en la puerta y darle verónicas a todo el que entre. Al jefe, al presidente, a la secretaria, al conserje... ¡ooooooooooooooolé! ¡ooooooooooooolé! Juro que un día de éstos lo consigo.

Gracias por recordarme a mi superhéroe favorito (¿qué piensa de la adaptación al cine encarnada por Maguire? a mí me encanta), pero sobre todo por nombrar al cine Delicias. Nunca olvidaré el día que mi padre nos llevó a ver la primera de Indiana Jones. ¡Cómo me acojonaron aquellos caretos derritiéndose al destapar el Arca!

ANTONIO SIERRA ESCOBAR dijo...

Yo trataba de disfrazarme de EL ZORRO, con ese pañuelo negro en la cabeza y el antifaz y la capa y unas botas de agua, y no he matao yo a soldados der general Santana en mi patio. Un año me echaron los Reyes el disfraz de romano de Constantino el grande y terminaba jugando con la coraza el casco y la espada, pero siempre siempre, a los pasitos, yo he sido el romano que va a la derecha del silencio blanco y del Sentencia, San Esteban, los panaderos, etc, etc.

Unknown dijo...

Se que mas de uno (y de una) se va a reir bastante. Espero que no me tomes como un friki... pero las únicas veces que me he disfrazado (en carnavales) ha sido de... caballero medieval (concretamente de templario).

Eso si, no llevaba caballo. En los últimos años, vamos, desde que se rompió el disfraz, me pongo lo primero que encuentro.

Saludos.

Juan Duque Oliva dijo...

A mi madre le encanta hacer coser disfraces y lo que no son disfraces. Es muy buena cosiendo y hace unos trajes increíbles.

También me disfracé una vez de Batman para presentar un acto del Carnaval. Es un personaje que me encanta y las películas me han gustado mucho incluso la última. Tengo la banda sonora que compuso Prince todavía por aquí: una joya.

Después con los años los disfraces tiraron hacia el travestismo pero siempre con un toque... no se como explicarte, ya pondré alguna foto en el blog.

Me gusta mucho el carnaval precisamente por lo de disfrazarse y crear un personaje durante unas horas. Se lo pasa uno tan bien.

Un abrazo amigo y un poquito de agua de esa buena que tiene usted si me hace el favor.

María_azahar dijo...

Muy simpática y entrañable la entrada, pero hubiera estado mejor con documento gráfico incluido je je.
A mí también me encanta disfrazarme y entre los que recuerdo de pequeña, fueron el típico de pastorcita, otro de rusa con coreografía y todo con los compis -aunque yo, con mis rasgos no daba mucho el pego de rusa que digamos-, de chulapa madrileña, de rumbera y uno precioso de angelito con sus alitas y todo. Ya de jovencita, me he vestido de los tan recurridos brujita, pirata, colegiala Lolita y vampiresa Elisabeth Bathory.
Ya hace mucho que no me disfrazo y como ilusión, me encantaría vestirme de hadita, de romana, de reina mora, de dama renacentista, de dama barroca con la peluca blanca y la máscara, de dama decimonónica al estilo "Anna Karenina" y colonial al estilo de "El último mohicano"... y si puede ser, en "Il Carnevale di Venezia llegando en góndola a una fiesta..." De sueños también se vive...

Me ha encantado que recuerdes tus años de infancia, Ram.

Besos.

Anónimo dijo...

El otro día encontré mi disfraz de arbol... era tan pequeñito...

Un beso.

La gata Roma dijo...

Hombre General, me he reido pero ciertamente, no esperaba menos… pero sin caballo… no puede ser, eso es imprescindible, jejeje
Kisses

Antonio dijo...

Recuerdo con especial agrado el disfraz de un compañero de clase, en el colegio, iba de pasta de dientes, del tubo de dentrífico, me marcó el tema...

Y de chico, recuerdo en mis carnes el de pastorcito y otro de explorador en el que llevaba a mi hermana de enfermera como acompañante...

Y así con más tacos, cuando he salido con la chirigota en carnavales, de Policía local, de niños de las Mayas y hasta de ácolito con un cirial rodeado de 'monaguillos', en fin, ahí me lo pase pipa.

Pero el mejor disfraz, el dicho de tubo de pasta de diente de mi compi de cole, digno de una peasso de entrada como esta.

Grande eres miarma aguaó que haces que me enrolle como una persiana de salón.

Antonio

Finidiblanco dijo...

Po yo disfraces nada de nada y de eso de hacer teatros en el cole y demás que no contasen conmigo (gran sentido del ridículo, el mio)

Batman en tebeos, muchisimos tebeos aún los guardo, de Batman y del Capitán América; a ver si hablo con ellos y hago que se pasen por Jabugo Street, a ver si arreglan algo

sevillana dijo...

Pues yo la verdad es que no me acuerdo si me he disfrazado de pequeña, lo que si recuerdo con gran alegria el día 5 de enero cuando me vestia de beduino para salir en la Cabalgata de Los Reyes Magos del Ateneo.
Eso si que era un buen disfraz que pasabas al lado de los amigos y ni te conocían.
Besitos

Reyes dijo...

De niña nunca me disfracé de nada porque no me gustaba hacerlo, y sigue sin gustarme, pero en una fiesta de mi hermana, a la cual no tuve mas remedio, me vestí de Betty Misiego y causé furor...
También me vestí de un personaje de "Esta noche cruzamos el misisipi" que era Doña Reme y la gente flipaba porque era igual.
En esa fiesta, memorable, acabamos un romano, un Guardia Civil, un cura, Cristobal Colón, un cateto, un drácula, un buzón y un rambo haciendo el paso de Pilatos por la calle Sinaí.

el aguaó dijo...

Amigo Eres mi cruz... ¿cuándo has hablado con mi madre?, ¿cuándo te ha dado esas fotos?, con lo bien que las tenía guardadas... En la de Spiderman salgo mejor, pues en la otra todavía no me había pelado.

Vayamos por partes querido Persa. Debo confesarte que tu idea de los capotazos vestido de torero es genial. La apunto por aquí. Y en cuanto a la adaptación al cine del Trepamuros, me parece genial. Las tres son grandes películas, aunque la segunda para mí tiene un nivel superior a las otras dos. Ya se han firmado nuevas secuelas, veremos como salen.

Amigo Antonio, de los disfraces qu recuerdo, el de romano fue de los que más me gustaron. Disfruté muchísimo con mi coraza, casco y espada. Y eso que ya me cogió mayor.

Mi General, servidor no se rie porque siempre he tenido muchas ganas de vestirme de soldado del siglo XVII a lo Alatriste... pero me negaba sin tener espada. Y así sigo... en cuanto tenga una cazoleta, lo haré.

¡Ay mi querido Juan! Cuantas veces nuestras madres nos habrán sacado del apuro y nos habrán hecho nuestros disfraces. Me alegro saber que ambos coincidimos en el Hombre-Murciélago. Eso sí... de agua puedes servirte lo que quieras amigo pues, como ya sabes, estás en tu casa.

Amigo Charo, compruebo que tienes una larga lista pendiente de disfraces. Espero que algún día cumplas tu sueño de ponértelos todos. En cuanto al documento gráfico, sí es cierto que existe un vídeo donde aparezco de Spiderman. Las fotos ya las ha colgado el amigo Eres mi cruz.

Afortundamente ese árbol ya es mayor y comparte sus frondosas hojas de sensibilidad con nosotros querida Glauca.

¡Tú sí que eres grande Callejonero Antonio! No puedes hacerte una idea lo que me gust a mí que te enrolles. En cuanto al disfraz, la verdad esque debía estar currao. A veces, esos disfraces rebuscados son los que más sorprenden, aunque sean objetos.

Amigo Finidiblanco, debo reconocerte que Batman siempre me ha gustado pero que no he tenido nunca cómics suyos. Me decanté por Spiderman y, por supuesto, por Conan el bárbaro, del cual soy un fiel seguidor.

Nunca he pertenecido a ninguna cabalgata querida Sevillana. Ni en mi barrio ni, por supuesto, en el centro, y siempre he pensado que se sentía al llevar la ilusión a tntos niños.

Amiga Reyes, quizás esos detalles son los que finalmente se recuerdan, los que terminan en una fiesta surreal cargada de diversión y situaciones otalmente incomprensibles.

Un fuerte abrazo a todos.

Anónimo dijo...

Querido aguaó cuanta razón tienes. Me has hecho volver al pasado por un. momento,y creo que si, que aun tengo el disfraz de Leonardo guardado,pero vamos que estoy seguro de que nuestro amigo Guille, tambien tiene el de pastorcito,jejeje.
Me ha encantado queridisimo amigo,espero que tu sentido aracnido siga despierto para seguir siendo tan grande como eres....Un abrazo

María_azahar dijo...

Hacía tiempo que no me disfrazaba y el Aguáo me acaba de disfrazar de "machote":


"Amigo Charo" ja ja ja.

Anónimo dijo...

Yo me he disfrazado muchas veces y de muchas cosas, la última vez fue en una fiesta familiar con temática años 70, aunque muchos se equivocaron de década...

Este año no me gustaría perderme los carnavales de tu barrio, llevo meses con ganas de disfrazarme...

nefer dijo...

Me acabas de recordar mi "Batman y Robín" de los años 60, en el cine Juncal de finales de los 70,que hoy día es un supermercado.

Y aquel Spiderman que descubrí en dibujos animados.

Aunque mi disfraz preferido era trincar mi antifaz de terciopelo negro y ponermelo sin el capirote, y así llevarme el tiempo muerto mirándome en el espejo.

JARTIBLE que es uno.

1BESO.

el aguaó dijo...

¡Tú sí queres grande amigo Alberto!

Lapsus mental-escrito querida Charo. Rectifico amigA mía.

Pues ya sabes mi querida Cofiliquili, aquí estaré.

Si tuviera mi antifaz más a mano... ¿acaso crees que no me lo pondría mi querido Nefer?. Jartible que somos.

Un abrazo a todos.

Acuarius dijo...

LuZ