martes, 2 de septiembre de 2008

A ti

Queridísima mía:

Te echaba de menos. No puedo evitarlo. Todos los años me pasa lo mismo. Cuando me voy de tu lado me falta el aire y se me encoge el alma. Por eso, cuando te vi a lo lejos, volví a sentir que me estremecía. Volví a sentir que me perdía en tu silueta. Volví a sentirte. ¿Qué te voy a decir que no sepas ya tú?


Estaba deseando volver a estrecharte entre mis brazos y cerrar los ojos, mientras tu perfume me envuelve y me endulza el alma. Despistarme entre los entresijos de tus cabellos de verde Murillo y sumergirme en el incienso de tu azahar. Acariciar tu piel de tapial y mármol. Convertirme una vez más, mientras te dejas querer, en el explorador de tus entrañas. Amarte sin importarme nada más, mientras el tiempo corre fuera y el mundo gira. Tan sólo, querida mía, anhelaba esto. Anhelaba el tenerte cerca para seguir con mi mirada aquellos rincones prohibidos de tu geografía, contarte lo que mi cabeza piensa o lo que mi corazón siente. Besar el talón de tu Señor, mi tendón de Aquiles. Perderme en esa Mirada que me puede, en el frescor entoldado de tus calles, bajo la sombra de tus magnolios o la afrutada fragancia de tus naranjos. Te necesitaba porque no puedo pasar mucho tiempo sin sentir tu latir en mis venas. Te necesitaba porque tú me das vida.


Y ya he vuelto, un año más, para volverme a preguntar qué es lo que tienes que hace que me vuelva loco. Que mi corazón de un vuelco cuando te miro y te siento. Cuando te recuerdo en mi febril sentimiento a flor de piel. Con tu primavera verde, tu 30 de mayo, esa niña de la cava que se llama Triana, tus campanas, tu Domingo de Palmas, tu luz, tu sonrisa fresca de Guadalquivir, tu palacio árabe, mi monasterio renacentista, tu Puerto de Indias, tu San Lorenzo, tu Virgen de los Reyes, tus parihuelas al fondo, San Fernando, tu Giralda, mi Betis, tu Nervión, esa Montaña Hueca de Mateo Alemán, tu Santa Cruz blanca, tu cielo, mi judería, tu don Bartolomé, mi don Diego, tus volantes de luces, ese Arenal de Maestranza, tu Santa Ángela, mi Sor Ángela, el Duque y Campana, tu lunes de pescaíto, tu Torre del Oro, mi torre de San Jerónimo, tus bambalinas y tus faldones, mi cera y mi antifaz, tus barrios y el mío. Tu gente. Tu corazón. Tu alma.


Queridísima mía, ¿qué hago?, no puedo evitarlo. Lo sabes desde hace tiempo. Lo sabes desde que abrí mis ojos por primera vez. Estoy enamorado de ti. Loco por tus entrañas y tus secretos. Absorto por tus encantos y tu belleza. Apasionado de tu Historia y tu Semana Santa...



Ya he vuelto Sevilla mía, y este humilde aguaó se ha dado cuenta, que te quiere todavía más.


Las impresionantes imágenes son gracias a mi amigo Canónigo Alberico


Boomp3.com

41 comentarios:

Unknown dijo...

Estoy completamente seguro que ella te ha echado a ti igualmente de menos, lo mismo que todos nosotros.

Eres un maestro, querido Ramsés.

Saludos.

Canónigo Alberico dijo...

bienvenido amigo, se esta fraguando otro entretenimiento lúdico gastronómico con Cava incluida un abrazo.

La gata Roma dijo...

Yo creo que se va a enfadar conmigo, como una madre con su hija, porque esta mañana ya se me ha escapado tres o cuatro veces una frase: yo no quiero estar aquí… Me sorprendí algo al decirla, pero me salió, y mas de un interlocutor se ha quedado a cuadros. Como una madre me perdonará, creo, porque no es que no la quiera, es que no me ha dado tiempo de extrañarla, y es que el amor no es dependencia, ni la sevillanía ombliguismo, ya sabes de lo que hablo.
Kisses y bienvenido

P.S. Te lo recuerdo, porque soy puñetera y para que no se te olvide, tienes pendiente una organización de esa palabra que ya sabes que no digo…

M. Andréu dijo...

Bienvenido amigo. Se te echaba de menos.

Por aquí, todo igual de bien... o de mal, según se mire.

Un abrazo.

Antonio dijo...

Como decíamos ayer...

La ciudad sigue eterna. Y lo que te rondaré morena, ya me dirás Aguaó, si eso es bueno, malo, o todo lo contrario.
Sevilla no es Sevilla sin el aire velazqueño de un cuaderno virtual.

Antonio

María_azahar dijo...

Sevilla y los sevillanos estaban muy vacíos sin su Aguaó. Sus calles desérticas, sus jardines áridos. Ahora con la bendita agua de tu jarra, renacerán las flores marchitas por el estío y volverá a hacerse primavera.

Un beso y bienvenido.

María_azahar dijo...

Por cierto, el texto es maravilloso, de lo mejor y más bonito que te he leído si cabe, y eso que me es difícil de elegir uno. Enhorabuena.

ANTONIO SIERRA ESCOBAR dijo...

aMIGO, siento unos celos impresionantes de esa magnífica declaración de amor que le has hecho a la "vieja dama". Ante una declaración de esa categoría, Sevilla, no tendrá por menos que rendirse y corresponder a tu amor.
Bien venido.

Híspalis dijo...

Preciosa exaltación al amor. Tenemos muchas cosas en común pero ésta es la que más nos une, sin duda alguna. No sólo se alegra de tu vuelta la antigua Híspalis, también yo te echaba en falta... has vuelto a lo grande, como los grandes. Un fuerte abrazo...

Tu amigo Híspalis.

Ernesto Naranjo dijo...

Hola:

He estado un vistazo por tu blog y me ha gustado mucho. Las fotografías son de gran calidad, y los escritos preciosos. Enhorabuena, sigue cuidándolo.

He añadido un enlace a mi blog, me gustaría que hicieras lo mismo. Pásate y echa un vistazo, espero que te guste.

http://lagentebuena.blogspot.com

Un saludo, y gracias.

El Caliz de la Canina dijo...

Sevilla es mucha Sevilla querido Aguaó.Cuando uno sale sólo piensa en volver.

Por fin volveremos a saborear agua bendita de Sevilla.

Un abrazo canino.

Sin más la Canina seguirá cavilando ......

sevillana dijo...

Qué entrada más espectacular, siempre acordándote de tu Sevilla, nuestra Sevilla.
Me alegro mucho de verte de nuevo por aquí para poder seguir disfrutando cada día de esa agua fresquita de tu cántaro.

Por cierto aguaó por diversos problemas tuve que hacer otro blog, pude recopilar todas las entradas pero el nuevo enlace es el siguiente:

http://detodounpoco-sevillana.blogspot.com

Besitos

PEPE LUIS TRUJILLO DEL REAL dijo...

Ya nos hacía falta saciar la sed con el agua de tus entradas y que mejor manera que llenándo mi jarrillo de lata con tu vuelta a la vuelta a la ciudad.

nefer dijo...

Siempre estamos deseando volver porque nunca nos terminamos de ir, siempre dejamos algo de nosotros para que la cuide en nuestra ausencia. Porque el mismo día en que marchamos marcamos en el calendario el día de la vuelta, aunque los separe tan sólo cinco jornadas de exilio forzado.

1BESO.

Diego Romero dijo...

Bienvenido a la capital del mundo.
¡Cuánto nos da a cambio de nada!... es exactamente igual que tu cántaro.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

No te leo porque si no me engancho.

Enrique Henares dijo...

Estoy de acuerdo con María Azahar, sin duda de lo mejor que te he leído... Un texto para enmarcar.

Pd: por cierto, ahora que no se entera mi coriana, he de confesarte que los dos estamos enamorados de la misma niña. Menos mal que su belleza es tal que tiene para todos.

Tormenta. dijo...

Niño ya era hora, bienvenido, que bien se está aquí! un beso guapo.

Néstor dijo...

Si me has emocionado a mi, no sé qué habrá pensado Ella.
Un abrazo.

Zapateiro dijo...

Me ha hecho mucha gracia la reflexión de la Gata Roma porque me siento totalmente identificada con lo que ha dicho.

En cualquier caso, me admira tu declaración de amor.

Me alegra que estés de vuelta. Un saludo.

Anónimo dijo...

Bonita declaración de amor.

A mí me pasa lo mismo, cuando estoy fuera de Sevilla, a los tres o cuatro días ya me está entrando ganas de volver.

Ya lo dijo el Maestro Garmendia (r.i.p.) cuando le preguntaron sobre lo que más le había gustado de su viaje a Nueva York con Carlos Herrera y la gente de su programa:
- Lo que más me ha gustado de Nueva York es volverme pa Sevilla.

Mer dijo...

Me alegro que ya estés de nuevo en plena forma epistolar, espero que en la física también.
Nos veremos pronto,besos.

Anónimo dijo...

Si es que no se puede estar separado mucho tiempo de ella porque te entra una especie de nostalgia trágica y te llora el alma, pero ¡vamos! que la otra con su playita también te habrá cuidado estos días, ja, ja.
Un abrazo de bienvenida.

Jordi de Triana dijo...

Sevilla es la luz que nos ilumina, la estrella que nos guía, el alma que nos fortalece, la niña que nos quiere, el perfume que nos embriaga, la inspiración que nos motiva, la chispa que prende el fuego en nuestros corazones, el motivo de nuestra existencia, la custodia de nuestros vidas, la realidad del más hermoso de nuestros sueños, fortaleza ante nuestra debilidad, alma compañera inseparable del devenir de nuestros días, el hada de nuestros cuentos de niño, hechicera que nos embruja con su mirada, triunfo en nuestra derrota, romántica poesía, música de ángeles, cuna de civilizaciones, lienzo sobre el que se dibujan los más hermosos paisajes pasionales, morada del Señor de los Cielos y Basílica de su Madre nuestra Esperanza.
Dios destapó el tarro de las esencias y lo esparció por un trozo de tierra, nacieron las formas perfectas y atravesó su alma con las aguas de un caudaloso Río para con ellas bautizarla y llamarla Sevilla.
Ahora que vuelvo de mi destierro vuelvo a encontrarte y me arrodillo ante ti para besar tu santo suelo, vuelvo a sentirme protegido y mi corazón que no dejó de quererte vuelve a latir tan fuerte que parece que el pecho se me parte.
Que voy a decirte Sevilla si por mucho que me esfuerce tu belleza es tan grande que difícilmente con mis palabras a definirte yo me acerque.

Jordi de Triana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
María_azahar dijo...

Mientras más releo el texto, más trabajito me va a costar hacer las maletas el lunes e irme a La Rioja...ja ja.

Besos.

Anónimo dijo...

No es la primera vez que se me saltan las lágrimas leyendo una entrada tuya y seguro que no será la última. Cada día que leo algo nuevo de ti se me estremece el cuerpo, porque desde el primer día que abrí los ojos y vi tu preciosa cara supe que eras un Genio, un gran Hermano, un gran escritor y que más decirte que no te haya dicho ya... Simplemente que te quiero un beso de una hermana que te añora en estos momentos.

vicenteeldelasalmendras dijo...

Estimado aguaó:

No ha podido ser más afortunado mi regreso al mundo de los blogs. No me he equivocado al suponer que tu entrada sería como siempre, digna de un pregón, añádele el que quieras.

Espero de ahora en adelante, empezar a pasarme otra vez por este rinconcito tuyo.

Un abrazo cibernético.

Anónimo dijo...

Un texto precioso para esa ciudad que tanto lo merece, Sevilla. Y desde luego comparto esos sentimientos, porque son las que tambien siento cuando llego a mi Málaga. Y ahora la nostalgia al dejarla atrás.

aiNOha dijo...

Madre mia que bonito!!!!

Ella seguro que ta eshao tanto de menos como nosotros.
Bienvenido ^^

Un besitooo!!!

Reyes dijo...

Me alegro de tu vuelta, porque si echabas de menos a nuestra Sevilla, no veas cómo te echabamos de menos algunos de sus habitantes.
Y tus palabras, como siempre, directamente del corazón al teclado, sentidas y apasionantes.
Eres un artista.

Un besazo.

Don Quijote, la última aventura dijo...

¿ Cómo se puede querer tanto a una ciudad ?.

y ¿ Cómo se puede plasmar con tanto sentimiento y poesía ?.

Enhorabuena.

Juanlu dijo...

Precioso texto, y magistralmente escrito.
Yo también te enlazo en mi blog, saludos.

el aguaó dijo...

Querido Du, voacé nos enseña en su blog con cada entrada, que el maestro es vuesa merced. Gracias por tus palabras amigo.

Día y hora y allí estaré querido Canónigo. Por cierto: gracias por las fotos, una vez más.

Te perdonará querida Gata, no te preocupes. Eso sí, la organización es de los dos.

Según se mire amigo Miguel. Yo también os echaba de menos.

Amigo Antonio, Sevilla, al igual que Tartessos, es eterna.

Bonitas palabras las que me dedicas amiga Charo. Gracias.

Querido Natural de Sevilla, esta Vieja Dama que no vuelve locos, tiene amor para todos.

Tú sí que eres grande amigo Híspalis.

Le echaré un vistazo a tu blog Eduardo.

Hay un momento, querida Canina, que llega cuando divisas a lo lejos el perfil de la Giralda, después de haber estado fuera un tiempo... entonces te entra un escalofrío indescriptible.

Todo arreglado querida Sevillana. Ya he modificado incluso mi enlace.

Muchísimas gracias Pepe Luis. Sírvete tanto como quieras.

Esa es la clave amigo Nefer, nunca nos acabamos de ir.

Es así de generosa gran Lacava. Qué menos que corresponderle de vez en cuando... aunque hay muchos que no se enteran de eso.

Querido Anónimo, si te enganchas sírvete un buen trago de agua, para que no pases sed. Y para desengancharte, dale a la cruz del ángulo superior derecho. Bienvenid@ a este humilde rincón.

Para todos y cada uno de nosotros querido Pregonero. Contigo debe estar muy contenta, pues tú eres su pregonero particular.

Me alegro que estés agusto querida Tormenta. Ésta es tu casa.

Muchísimas gracias querido Néstor. Si no la conoces... pásate un día a perderte en sus encantos.

Gracias querida Zapateiro. Yo también me alegro que vuesas mercedes sigan ahí.

Esa frase de don Jose Antonio ya la había escuchado amigo Maese, pero siempre que vuelvo a leerla o escuhársela a alguien me acuerdo del gran Garmendia. Y qué gran verdad encierra.

En la física estoy muy recuperado querida Mer, es lo que tiene el descanso y la relajación, unidos ambos por la pitanza veraniega.

No me puedo quejar querida Soboro, aunque Sevilla es mucha Sevilla.

Amigo Jordi, tu comentario complementa mi entrada. Es como esa PostData al pie. Felicidades. Un texto bellísimo.

Para mí es un honor que tú me digas eso. Y tú lo sabes Hermanita. Pásalo bien en Doñana.

Amigo Vicente, me alegro muchísimo de volver a verte. Espero que estés bien y que la recuperación vaya viento en popa. Vuelve cuando quieras y espero que te animes pronto a abrir tu rinconcito.

Querida Pilar, en tu caso es algo muy dificil, porque tienes que vivir con el recuerdo gran parte del año. Aunque siempre queda ese momento dulce de la vuelta cada verano.

Yo también os he echado mucho de menos querida Ainoha.

No sabes qué alegría me da volver a veros querida Dama. Muchísimas gracias por tus palabras amiga.

Muchísimas gracias querido Julio Cienfuegos. Ella lo sabe amigo.

Muchas gracias amigo Juanlu. Bienvenido a este humilde rincón, donde puedes volver siempre que quieras.

Un fuerte abrazo a todos y muchísimas gracias, pues es un honor volver a tu casa y encontrarte tantos amigos esperándote. Gracias de corazón.

América dijo...

Al principio suspire,una carta de amor,...Y sin duda es una nota de amor para una ciudad universal,quien no ha oído aunque sea de esta ciudad?....Quien conoce Sevilla no la olvida,y siempre que tengo la oportunidad lo comento,es de las ciudades que se te quedan en el corazón,he tenido la oportunidad de estar en Sevilla,por que quien va al Sur no puede dejar de pasar por Sevilla.
........

Juan Duque Oliva dijo...

Solo es poner los pies y respirar el aire y ya te das cuenta que no hay nada igual comparable con su luz.

No veas lo que te echábamos de menos.

Permiteme que te deje un beso

Zinquirilla dijo...

Yo este año no he tenido la dicha de echarla de menos, pero tu texto me ha despertado tantos retornos veraniegos desde La Palmera!

Anónimo dijo...

Tú la habrás echado de menos a ella y yo te he echado de menos a ti, se nota cuando no estas.

Un saludo a todos.

Carlos RM dijo...

¡Esto sí que es una declaración de amor! Aunque yo no haya nacido allí, comprendo perfectamente tus sentimientos; cuando se acerca el momento de volver a Sevilla, enumero también todo lo que me espera. Disfruta, tú que la tienes tan cerca.

el aguaó dijo...

No la olvida querida América. No la puede olvidar.

Uno y todos los que quieras amigo Juan. La luz de Sevilla es diferente.

Mi retorno procede de la Cuesta del caracol amigwa Zinquirilla. Y ver la Giralda dándote la bienvenida es increíble.

Gracias querida Cofiliquili.

Es una sensación, querido Carlos, indescriptible.

Un fuerte abrazo a todos.

María Del Carmen dijo...

Hola Aguador,he oido mucho hablar de Sevilla pero como este pregon,con que finura,con que delicadeza,con que maestria,y con que gracia nunca en la vida........un saludo......Gracias por hablar de Sevilla