miércoles, 21 de enero de 2009

La coleccionista

Había buscado a lo largo de tanto tiempo que ahora nada tenía sentido. Todo su afán era siempre el mismo, buscar primero para luego descubrir, recopilar, obtener, ampliar y catalogar. Una etiqueta que catalogara y despidiera la última adquisición y quedara relegada a un rincón de la memoria olvidada. Casi siempre era fugaz y efímero, en ocasiones duraba algo más, pero todo acababa rápidamente. Antes de que se diera cuenta del último logro obtenido, empalmaba con el siguiente. Sencillamente era un fetiche modal y sentimental que empezaba a convertirse en una mácula parduzca en su corazón. Fue quizás entonces, embarcada en una espiral sin freno, cuando todo cambió radicalmente. Lástima que no se diera cuenta. No es más ciego el que no ve, sino el que no quiere ver. Y pasó casi desapercibido ante sus ojos. Sólo fue una adquisición más para su colección. Un juguete carnal con el que desatar sus fantasías sexuales y su desbocada pasión. El tiempo la abofetearía sin piedad al darse cuenta, pero ya era tarde. Un tren perdido en el túnel oscuro y ponzoñoso del destino escrito, pero emborronado en torpes trazas de rectificación. Y ahora… ahora esperaba. Su perfume danzando en el aire a su alrededor mientras el silencio tejía la banda sonora de su soledad.



Edward Hopper
- Hotel Window (Ventana de Hotel)

Alguien nuevo para su colección. Otra vez estrenar pasiones y sensaciones. Respirar sentimientos y acariciar miradas. Volver a perderse entre besos desconocidos y abrazos de ternura fingida. Una vez más, se levantaba el telón de aquel teatro en el que se había convertido su vida. Desde aquella vez ya no fue lo mismo. Ya no sentía esas cosquillas en el estómago ante una nueva adquisición. No se dejaba perder en la vorágine de su deseo apasionado. Sencillamente bebía sorbos de olvido con cada conquista. Todo era diferente. Algo había ocurrido aquella vez. Y no se dio cuenta en el momento y ahora era tarde. Miraba a través de la ventana de sus recuerdos. Tal vez en aquella ocasión no fue uno más para su colección. No debería haber buscado más. No tenía que buscar más. Era con él con quien quería dejar de buscar. Estaba cansada… tan cansada que le pesaba el corazón. Pero él ya no volvería porque ella se encargó de empaquetarlo y guardarlo en su colección. La coleccionista de amantes, aquella mujer capaz de tener a quien quisiera, se marchitaba en la soledad de su propia vida.

Ahora esperaba. Alguien nuevo. Otra vez. Pero en lo más profundo de su ser sabía que, aquél que jamás debió dejar escapar, no volvería. Y se sintió sola. Más sola que nunca. Y rodeada de un eterno mutismo. Ya no coleccionaba deseos carnales ni besos apasionados, tan sólo soledad y silencio.

20 comentarios:

el aguaó dijo...

Cumplo mi palabra, que sitúo a la altura de promesa, y he vuelto. Pero tengo que daros las gracias. ¿Por qué?, muy sencillo. Porque siempre estáis ahí. Porque no me siento sólo. Porque no me abandonáis. Porque, cuando falto de este puesto del agua, siempre hay alguien vigilándolo para que no se quede sólo.

Por eso, por hacer que siga adelante y tenga la motivación de continuar, por vuestros comentarios, vuestro apoyo y vuestro ánimo, gracias. Gracias por esperar a que me quite el lío y estar ahí cuando lo haga.

Un fuerte abrazo a todos y un puñado de besos.

Juan Duque Oliva dijo...

Espero que no llegue a pereder nunca esa dama la ilusión de lo que pueda venir, por lo pronto mirando por esa ventana la veo todavía a la espera,desengañada pero a la espera.

Empieza a verle los cuernos al toro y quizás sea el momento para que se abra la puerta y ser ella misma parte de una colección.

Maravillosa entrada aguaó, echaba de menos su agua clara.

Un abrazo Ramses

aiNOha dijo...

Qué bonito querido amigo!

Cómo vamos a abandonarte! yo he estado algo perdía pero aun así te he estado leyendo.

un besito mu grande!

Juanma dijo...

Pues sí, se echaba de menos el agua clara, estas entradas fascinantes, siempre con frases que merecen ser coleccionadas...seguramente valgan para desterrar a los diablos de la soledad.

¡¡Y no me digas que anoche estuviste en la presentación del "Almanaque"!! Qué coraje que no se diera la circunstancia de que nos pudiéramos conocer. Habrá otros momentos y motivos.

Bienvenido a tu casa, querido Ramsés.

Anónimo dijo...

Tu silencio se me ha hecho eterno. Deseaba enormemente volverte a leer, y como siempre, me has encantado. Contigo esa soledad de la que hablas se desvanece.

Hasta la próxima y que sea pronto.

La gata Roma dijo...

Lo que se denomina una mujer fatal, como en la canción. Y es que algunas personas hablan tanto cuando guardan silencio…
En fin, yo también he estado algo perdida, no tanto de mi blog, al que he intentado cuidar, sino del resto. Imagino que a partir de la semana que viene estaré totalmente asentada, claro que casi todas las semanas me lo prometo y luego siempre pasa algo, pero el propósito lo tengo…
Kisses

Edward dijo...

Querido Ramses, sabrás ya de antemano que me has emocionado.

Increibe el escrito...al nivel del cuadro del gran Hopper...la soledad que nos muestra en sus pinturas es apabullante. Pondría la mano en el fuego de que es lo que piensa la dama del cuadro.

Bueno te felicito como nos felicitamos todos de tu vuelta, y mas con este escrito...cuantas verdades encierra tu reflexión...y que aplicación tan directa a los dias que vivimos.

Un abrazo!

del porvenir dijo...

Ayer me quedé con las ganas de conocerte.

Té ツ dijo...

Genial entrada, querido Ramsés. Casi tan genial como tu regreso. Bienvenido. Un abrazo fuerte.

Herodes Antipas dijo...

Hay que ver la de tiempo que no te visito, porque ando chispa más o menos como tú. Un abrazo. Lástima no enterarme de lo de Almanaque, nos hubiéramos conocido, que ya tengo ganas de estrecharte la mano o darte un abrazo, eso lo dejaré a tu elección, jejeje. UN saludo.

Finidiblanco dijo...

La gente te esperamos, como puedes ver. Y no puede ser de otra manera, con esas entradas que te marcas; pero tú prioriza tus objetivos y pon el blog ahora en el lugar que tenga que estar en relación con otros aspectos.

Saludos, mostro.

Pasión dijo...

Maravilloso cuadro. Nadie es profeta en su Tierra.

Habrá que relacionarse con el Exterior, poquito a poco no vaya a ser que nos destruyan nuestros propios vecinos.

Te doy un beso como si fueras mi propio hijo.

Híspalis dijo...

Fantástico regreso... hacía falta un trago de tu cántaro de agua fresca.

¿Cómo no vamos a esperarte? Y recuerda, siempre de frente, muy despacito, sí, pero siempre de frente, como el Señor de la Salud.

Se te quiere.

Reyes dijo...

Te he echado de menos, mucho.
Ahora que has vuelto, y como te dije en la presentación, que me tenías "muerta de sed", me alegro por hacerlo con una entrada tan fantástica.
La dama espera misteriosa, sin hablar, a sus colecciones, y quizás el brillo de los ojos la desnude, la desvele.
Tu tienes un brillo en los ojos envidiable.
Disfruta, que te lo mereces.

nefer dijo...

Miedo al beso que te desconecte del mundo, porque da miedo perder la "libertad", cuando no hay mayor libertad que la ausencia del mundo.

1BESO.

Anónimo dijo...

Bienvenido de vuelta. Ya estábamos empezando a tener sed.

El texto y el dibujo de Hopper parecen hechos el uno para el otro.

Que vuesa merced tenga un buen fin de semana coronado con una victoria en tierras choqueras.

Zapateiro dijo...

Qué bien sienta volver a leerte.

¿Gracias dices? gracias a ti por estar de nuevo presente.

Un beso.

Calleferia dijo...

No te espacies tanto Ram.

Ah! y la motivación encuéntrala en tu interior o en lo que te rodea, olvídate de nosotros y no te preocupes.

Un abrazo muy fuerte amigo.

Paços de Audiência dijo...

Me quedo con el detalle de la columna. Un placer venir por aqui y ver cómo sabes repartir tu sabiduría.

Pese a que ya sabes, que ando fatal de tiempo.

Un fuerte abrazo.

el aguaó dijo...

Quizás ya la ha perdido amigo Jun. La ha perdido porque su ilusión se fue con aquel hombre que no era una adquisición más, sino la última de una larga y prolongada búsqueda. La equivocación de una ambición desmedida.

Me alegro mucho de que sigáis todos ahí amiga Ainoha. Eso me hace feliz y me motiva a continuar.

Amigo Juanma, no te preocupes, pues llegará el día en que nos conozcamos.

El encantamiento pertenece a la persona que lo padece o disfruta. Así pues, es tuyo queridísima Iglesia de Auvers.

Querida Gata, ni las palabras ni las expresiones son nuestras, tan sólo los silencios. Y quizás sean ellos los que realmente hablen.

¿Qué te puedo decir a ti amigo Edward?, ¿quién mejor que tú para analizar tu obra?. Los silencios y las soledades de Hopper son dignos de escuchar.

Amigo Del Porvenir tuve que irme rápidamente, pero yo también me quedé con ganas de conocer a vuesa merced.

Muchísimas gracias querida . Es un honor verte por este humilde puesto del agua.

Llegará el momento, sin lugar a dudas amigo Heródes. También hace tiempo que no me paso por tu palacio de la calle Ancha La Feria.

A veces, amigo Finidiblanco, no queda otra que priorizar. Gracias por tus palabras.

Gracias querida Pasión.

Hasta el Señor de Salud en Campana, amigo Híspalis, tiene parones. Avanza despacio. Muy despacito. Pero también se para. Gracias.

Muchísimas gracias querida Dama. Ya conoce voacé el motivo de ese brillo que ilumina mis ojos.

Amigo Nefer, tu comentario tiene, sin lugar a dudas, una de las frases más bellas que he leído nunca.

No pudo ser esa victoria amigo Maese. Tal vez el propio fin de semana, no muy agradable, estaba precediendo o preparando la derrota del domingo.

No amiga Zapateiro, gracias a ti. A ustedes. Por hacer posible que este puesto de agua tenga siempre vida.

A veces, amigo Calleferia, la motivación acude sin llamarla. Y sobre todo, acude en los momentos más amargos.

Me honra su presencia estimado y querido Cabezpota. Se te echa de menos por aquí.

Un fuerte abrazo a todos.