Erase un hombre a una nariz pegado;
érase una nariz superlativa;
érase una nariz sayón y escriba;
érase un pez espada muy barbado.
Era un reloj de sol mal encarado;
érase una alquitara pensativa;
érase un elefante boca arriba;
era Ovidio Nasón más naridado.
Erase el espolón de una galera;
érase una pirámide de Egipto;
las doce tribus de narices era.
Erase un naricismo infinito,
muchísima nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.
-A una nariz-
De este modo, don Francisco atacaba a Luis de Góngora de una manera sutil y descarada, como llevaba haciendo con asiduidad, la gran mayoría de las veces, bajo el anonimato de una máscara que difícilmente podía ocultar ante sus arrebatos de sinceridad. Le acusaba de ser judío, detalle que achacaba a su nariz (ya que a los judíos se les consideraba narigudos), jugador empedernido, practicante de la homosexualidad y una persona cargada de malicia, indecente e instigador de la escritura sucia. Y es que de don Francisco, se dice que tenía un carácter fuerte, que gustaba de visitar tabernas, disfrutar de los placeres del vino, la encuadernada y las mujeres, aderezado todo ello con dosis de valentía y con una gran habilidad de cara al enfrentamiento con espada, instrumento que manipulaba con gran destreza, a pesar de su cojera, la misma que le ha delatado en Villanueva de los Infantes, donde “un equipo de expertos confirmó que los huesos hallados eran del escritor por anomalía en el fémur derecho” (Diario de Sevilla - Martes, 17 de abril de 2007). Como explica la noticia, “sus restos se encontraban entre otros 167, como mínimo, en la parroquia de San Andrés Apóstol, en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real)”; “la identificación se completó porque la talla y la edad correspondían con las de Quevedo, por lo que, aunque no pudo asegurar al cien por cien que correspondían a él, ‘porque ningún método lo puede hacer’, dijo que los huesos son del literato”. Así pues, parece que se despejan las dudas que existían alrededor de su tumba, sobre un posible saqueo y violación de la sepultura del genial escritor. Según la noticia “se han podido recuperar diez piezas del esqueleto, algunas vértebras, los dos fémures y una clavícula; del cráneo, según apuntó (José Antonio Sánchez, director del equipo de la Universidad de la Complutense de Madrid) ‘no se sabe nada’, ya que es una de las partes más frágiles y de las que antes se deterioran”. El 8 de septiembre de 1645, don Francisco de Quevedo y Villegas fallecía y era enterrado en Villanueva de los Infantes, deseo que dejó escrito en su testamento, pero su poesía y genialidad seguiría creciendo a lo largo del tiempo, cargada de popularidad (Poderoso caballero es don Dinero), hazañas y leyendas (...diéronle muerte y cárcel las Españas...), letrillas satíricas (¿Nunca se ha de decir lo que se siente?) o simplemente exquisita poesía...
Con sosiego agradable
se dejan poseer de ti las flores,
mudos están los males,
no hay cuidado que hable,
faltan lenguas y voz a los dolores,
y en todos los mortales
yace la vida envuelta en alto olvido.
Tan solo mi gemido
pierde el respeto a tu silencio santo,
yo tu quietud molesto con mi llanto,
y te desacredito
el nombre de callado, con mi grito.
-Fragmento de El sueño-
7 comentarios:
Querido aguaó:
Vas a conseguir lo que nadie consiguió en 43 años, ¡¡ Que me gusten los Lunes !!. Ultimamente, cada Lunes, miro tu blog para ver que nueva sorpresa me depara, porque verdaderamente eres una fuente de cultura.
No se por qué, pero hoy esperaba de tí algo de literatura, (será por lo del 23 de Abril).
Como siempre, un fuerte abrazo y también como siempre, gracias por tus amenas enseñanzas.
PS: Como precisamente escribió Quevedo: "El árbol de la vida es la comunicación con los amigos".
Quién me iba a decir a mi que iba a leer poesia a las 10 de la mañana y un lunes...
La verdad es que son muy bonitos esos versos de mi amigo Quevedo, gracias por este placentero despertar,un saludo y hasta la próxima.
Coincido con todos, este lunes, que para muchos abre la puerta a la diversión, a mi me la ha abierto Quevedo, y te lo agradezco porque sencillamente lo prefiero.
Al hilo: A mi hijo el mayor, cada vez que me contesta con su habitual "ya voy" a mis múltiples y repetidas súplicas, siempre le cito una frase del genial Quevedo que dice lo siguiente:
-" Por la calle del ya voy se va a la casa del nunca"
Genial.
Di la verdad, a ti te gusta Quevedo porque sale en Alatriste y sabía manejar la espada. Bromas aparte, ¿es posible escribir algo mejor que esto?
"Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado."
Otra mas que se apunta al carro de los lunes aunque hoy sea martes.
Ha sido un placer para mi descubrir tu blog.
Querida Glauca Maria, el placer es mío por tenerte entre mis visitas. Eres bienvenida siempre que gustes.
Un abrazo a todos.
Para los amantes de la literatura y los que nos gusta reir a carcajadas, don Francisco de Quevedo es referente indispensable.
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