La noticia saltaba el domingo 20 de mayo, cuando el Hermano Mayor de la Hermandad de la Estrella, dio a conocer el proyecto de José Antonio Navarro Arteaga para la ejecución de un nuevo misterio. El nuevo planteamiento del paso de Nuestro Padre Jesús de las Penas, se expondrá en el cabildo extraordinario del lunes 11 de junio, en el cual tendrán que decidir el futuro de la composición.
En la actualidad, el primer paso de la Hermandad que reside en la calle San Jacinto, narra los preparativos de la Crucifixión, donde dos sayones preparan la cruz ante la mirada de un soldado romano, siguiendo el Pasaje Bíblico de Mt 26,33 “Llegando al sitio llamado Gólgota, que quiere decir ‘de la Calavera’, diéronle a beber vino mezclado con hiel; más en cuanto lo gustó, no quiso beberlo”.
La obra del Señor de las Penas es magnífica. Gracias a una restauración de los hermanos Cruz Solís en 1997 sabemos su autoría, ya que al introducirle un endoscopio, pudo comprobarse la existencia de un papel manuscrito donde se hacía constar que la efigie había sido realizada en 1655 por José de Arce.
El escultor José de Arce es de origen flamenco, y hay diversas fuentes que discrepan sobre la adaptación de su apellido, ya que el suyo original era Aerts, sin embargo, algunos autores opinan que lo castellanizó convirtiéndolo en Arce, y otros, que lo tomó del apellido de su mujer, que al parecer se llamaba María de Arce. Este extraordinario escultor está documentado en Sevilla desde 1636, y trajo consigo la corriente barroca europea de la época, heredada de Rubens, cargada de dinamismo, ampulosidad y voluptuosidad de las formas, y una excelente teatralidad llevada al campo escultórico.
El Señor de las Penas no es su única obra conocida, ya que antes recibió el encargo del retablo mayor de la Cartuja de Jerez de la Frontera, en 1637, que desapareció en el siglo XIX, pero sus obras consiguieron salvarse, conservándose actualmente en la misma cartuja, consistiendo en un apostolado completo y el crucificado que remataba el ático. En Jerez y Cádiz obtuvo diversos encargos que lo mantuvieron allí desde 1644 a 1652 aproximadamente, destacando especialmente el Crucificado de la Salud de la Iglesia de San Miguel del templo jerezano, documentada en 1647.
Su segunda etapa sevillana es más desconocida, aunque no por ello exenta de calidad artística, donde se incluyen las ocho esculturas de piedra de los Doctores Máximos o Padres de la Iglesia y de los Evangelistas, de 1657, ubicadas sobre las tribunas de la Iglesia del Sagrario. Como la fecha indica, dos años después de la ejecución del Señor de las Penas, que le encargara Diego Granados y Mosquera, fundador de la Hermandad. Parece que Arce pudo haberse inspirado para tallar este Cristo de las Penas en la célebre estampa grabada por Alberto Durero en 1511 para el Frontispicio de su “Gran Pasión”. De ella toma su actitud sedente, y el hecho de presentar las manos entrelazadas en actitud de súplica, pero disiente en el momento representado, pues Durero lo relaciona en clave alegórica con la coronación de espinas y escarnio, mientras que la imagen de la Estrella aguarda el momento de su crucifixión.
José de Arce falleció en 1666 y su calidad artística es incuestionable, prueba de ello son sus obras, así como la influencia ejercida en otro gran imaginero: Pedro Roldán.
Antonio Castillo Lastrucci recibió el encargo de realizar el conjunto escultórico que acompañaría a la obra de Arce. La corporación de la Estrella, desde la etapa de su reorganización a finales del siglo XIX, intentó crear un misterio con hasta trece esculturas, más la imagen de Cristo, sin embargo, la estrechez económica impidió que hasta mediados del siglo XX no se lograra materializar el proyecto. Ya en 1949, la Hermandad iniciaría las gestiones para la ejecución del ansiado proyecto, para lo que se mantuvieron conversaciones con Castillo Lastrucci, que maduraron en octubre de dicho año.
En el boceto presentado, la escena se reducía a seis imágenes secundarias, de las trece que en un principio se pensaron, que Lastrucci entregó el 24 de abril de 1941, pero no fue aceptado por su alto precio: 24.000 pesetas. El 17 de abril de 1950 se encargan las tres figuras actuales, Castillo Lastrucci se comprometía a tallarlos en madera de abedul y hacer entrega antes de la Semana Santa de 1951. Una repentina enfermedad del escultor y el retraso en los pagos de la Hermandad, hicieron que éstos se entregaran el año siguiente, el 6 de abril de 1952. Costaron 28.000 pesetas, a satisfacer en mensualidades de 1.200.
Antonio Castillo Lastrucci es el gran creador de misterios de nuestra Semana Santa. Otro día hablaremos más detenidamente sobre su obra.
De aprobarse por los hermanos la talla del nuevo grupo escultórico, Nuestro Padre Jesús de las Penas aparecería el Domingo de Ramos de 2008 acompañado de cinco figuras, dos delante y tres detrás, inspiradas en el Evangelio de San Juan. También se elevaría la Imagen del Señor, para que tenga todo el protagonismo de la escena. Navarro Arteaga propone realizar las figuras de talla completa, así como esculpir un monte que imite la piedra caliza del Gólgota sobre el que iría el exorno floral. El propio imaginero declaró que se ha inspirado para hacer el proyecto en las formas del italiano Bernini y en la propia imagen del Cristo de las Penas de José de Arce.
En la actualidad, el primer paso de la Hermandad que reside en la calle San Jacinto, narra los preparativos de la Crucifixión, donde dos sayones preparan la cruz ante la mirada de un soldado romano, siguiendo el Pasaje Bíblico de Mt 26,33 “Llegando al sitio llamado Gólgota, que quiere decir ‘de la Calavera’, diéronle a beber vino mezclado con hiel; más en cuanto lo gustó, no quiso beberlo”.
La obra del Señor de las Penas es magnífica. Gracias a una restauración de los hermanos Cruz Solís en 1997 sabemos su autoría, ya que al introducirle un endoscopio, pudo comprobarse la existencia de un papel manuscrito donde se hacía constar que la efigie había sido realizada en 1655 por José de Arce.
El escultor José de Arce es de origen flamenco, y hay diversas fuentes que discrepan sobre la adaptación de su apellido, ya que el suyo original era Aerts, sin embargo, algunos autores opinan que lo castellanizó convirtiéndolo en Arce, y otros, que lo tomó del apellido de su mujer, que al parecer se llamaba María de Arce. Este extraordinario escultor está documentado en Sevilla desde 1636, y trajo consigo la corriente barroca europea de la época, heredada de Rubens, cargada de dinamismo, ampulosidad y voluptuosidad de las formas, y una excelente teatralidad llevada al campo escultórico.
El Señor de las Penas no es su única obra conocida, ya que antes recibió el encargo del retablo mayor de la Cartuja de Jerez de la Frontera, en 1637, que desapareció en el siglo XIX, pero sus obras consiguieron salvarse, conservándose actualmente en la misma cartuja, consistiendo en un apostolado completo y el crucificado que remataba el ático. En Jerez y Cádiz obtuvo diversos encargos que lo mantuvieron allí desde 1644 a 1652 aproximadamente, destacando especialmente el Crucificado de la Salud de la Iglesia de San Miguel del templo jerezano, documentada en 1647.
Su segunda etapa sevillana es más desconocida, aunque no por ello exenta de calidad artística, donde se incluyen las ocho esculturas de piedra de los Doctores Máximos o Padres de la Iglesia y de los Evangelistas, de 1657, ubicadas sobre las tribunas de la Iglesia del Sagrario. Como la fecha indica, dos años después de la ejecución del Señor de las Penas, que le encargara Diego Granados y Mosquera, fundador de la Hermandad. Parece que Arce pudo haberse inspirado para tallar este Cristo de las Penas en la célebre estampa grabada por Alberto Durero en 1511 para el Frontispicio de su “Gran Pasión”. De ella toma su actitud sedente, y el hecho de presentar las manos entrelazadas en actitud de súplica, pero disiente en el momento representado, pues Durero lo relaciona en clave alegórica con la coronación de espinas y escarnio, mientras que la imagen de la Estrella aguarda el momento de su crucifixión.
José de Arce falleció en 1666 y su calidad artística es incuestionable, prueba de ello son sus obras, así como la influencia ejercida en otro gran imaginero: Pedro Roldán.
Antonio Castillo Lastrucci recibió el encargo de realizar el conjunto escultórico que acompañaría a la obra de Arce. La corporación de la Estrella, desde la etapa de su reorganización a finales del siglo XIX, intentó crear un misterio con hasta trece esculturas, más la imagen de Cristo, sin embargo, la estrechez económica impidió que hasta mediados del siglo XX no se lograra materializar el proyecto. Ya en 1949, la Hermandad iniciaría las gestiones para la ejecución del ansiado proyecto, para lo que se mantuvieron conversaciones con Castillo Lastrucci, que maduraron en octubre de dicho año.
En el boceto presentado, la escena se reducía a seis imágenes secundarias, de las trece que en un principio se pensaron, que Lastrucci entregó el 24 de abril de 1941, pero no fue aceptado por su alto precio: 24.000 pesetas. El 17 de abril de 1950 se encargan las tres figuras actuales, Castillo Lastrucci se comprometía a tallarlos en madera de abedul y hacer entrega antes de la Semana Santa de 1951. Una repentina enfermedad del escultor y el retraso en los pagos de la Hermandad, hicieron que éstos se entregaran el año siguiente, el 6 de abril de 1952. Costaron 28.000 pesetas, a satisfacer en mensualidades de 1.200.
Antonio Castillo Lastrucci es el gran creador de misterios de nuestra Semana Santa. Otro día hablaremos más detenidamente sobre su obra.
De aprobarse por los hermanos la talla del nuevo grupo escultórico, Nuestro Padre Jesús de las Penas aparecería el Domingo de Ramos de 2008 acompañado de cinco figuras, dos delante y tres detrás, inspiradas en el Evangelio de San Juan. También se elevaría la Imagen del Señor, para que tenga todo el protagonismo de la escena. Navarro Arteaga propone realizar las figuras de talla completa, así como esculpir un monte que imite la piedra caliza del Gólgota sobre el que iría el exorno floral. El propio imaginero declaró que se ha inspirado para hacer el proyecto en las formas del italiano Bernini y en la propia imagen del Cristo de las Penas de José de Arce.
Fotos: La Guía de la Semana Santa, Hermandad de la Estrella y Pasión en Sevilla
La maqueta, así como una exposición explicativa de los detalles del proyecto, permanecerá abierta en la casa de la Hermandad de la Estrella hasta el sábado 9 de junio. Y ahora necesito vuestra opinión, queridos amigos... ¿Qué opináis del proyecto de Navarro Arteaga?, ¿cuál os gusta más: el actual o el boceto?, ¿qué creéis que puede aportar?, ¿pensáis que la respuesta del cabildo extraordinario será afirmativa o negativa?...
- ¡¡Pararse ahí!!
- ¡¡Aguaó agua!!
- ¡Voy pa'lla! - echaos un trago mientras vuesas mercedes debaten sobre el tema...
6 comentarios:
No me gusta mucho, la verdad. En el caso de las Cigarreras, ha sido un acierto, y el misterio ha ganado considerablemente, pero la imagen del Señor de las Penas saliendo del Altozano, por el puente de Triana con la Maestranza al fondo lo dice todo.
Creo que se quedaría un poco en segundo plano, o demasiado alto para no perder el protagonismo.
Es mi humilde opinión.
Y gracias por la información de José de Arce, muy interesante.
Que manía con cambiar.
Pienso que si quieren cambiar que lo dejen solo a El.
Con todo respeto: No pongan más de lo mismo.
Uno mis dudas a tanta figura, además la del Cristo queda en una situación, aparentemente muy forzada.
A mi no me disjusta, el que hay es muy muy cortito. Ahora bien, como dice glauca, pienso que esa imagen tiene fuerza para salir sola tras abordar una reforma del paso.
yo que quieres q piense, q quieren hacer un nuevo misterio pos que lo hagan, ála a matar arboles,q nos sobran muxos.Ains q sociedad mas ciega tenemos.
saludos.
La verdad es que no me gusta, y o mucho me equivoco o esto no es más que un nuevo capítulo en la "barcanización" de los pasos de Cristo, (si, si "barcanización", de barco).
Un abrazo.
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