lunes, 29 de octubre de 2007

A traición


Sin saber cómo te sorprenden. Suben hacia arriba repentinamente y con una rapidez que asusta. Da igual donde estés. No tienen piedad. Da igual que la tranquilidad sea la dinámica del día, si quieren ir a por ti, lo van a conseguir. Son implacables. Quizás estés paseando, trabajando, en tu casa, conduciendo, comprando, eso da lo mismo. Les da igual. Su ataque es frontal y directo. Ardiente. Piensas que tal vez es tu culpa. Empiezas a preguntarte qué has hecho mal, por qué vuelven ahora y se ceban contigo. Poco importa que caviles en silencio y que tu mente recorra la dieta de hoy, que busques un chivo expiatorio al que culpar por tu error. En tu interior sabes que la culpa es tuya y de nadie más. Sabes de sobra que sólo tú eres el responsable de esta situación. Nadie más. Pero eso ahora ya no importa. Continúan las embestidas. Cada vez te resientes más. Vuelves a echar mano de tu cabeza... ¿qué ha podido ser?. Realizas una lista detallada de aquellos elementos que han avivado esta situación. Enumeras uno a uno todos los que te dieron placer en su momento, un placer transitorio y exquisito que ahora se desvanece para aliarse contra ti. Intentas averiguar quién es el instigador. Quién es el que sale espoleado en ese ascenso de vuelta por el mismo camino que tú le enseñaste. El mismo camino que ahora siembra con lenguas de fuego hasta asfixiarte. El mismo que ahora te traiciona y vuelve a encontrarse contigo precedido de un halo ardiente, que te hace dudar hasta que se aclare quién demonios es aquél que vuelve para amargarte el día. Y es entonces cuando consigues adivinarlo. Es entonces cuando se descubre. Es entonces cuando lo ves frente a frente. Cuando lo sientes quemándote el esófago. Cuando aparece de forma gaseosa. Es él. Tú tienes la culpa. Lo sabes. Sólo tú has sido el que le dio la oportunidad de bajar por el mismo camino que ahora sube encabritado haciéndote escupir maldiciones y juramentos de aquello que no volverás a hacer:

- ¡¡Se acabó!! Ya no como más pimientos.

Y es que las ardentías, o los ardores, son así. Traicioneros. Cuando menos te lo esperas te atacan por la espalda (en este caso la espalda es el esófago). Pimientos, ajitos, pepinos, fritos, chicharrones (como los que proclamaba una vez el amigo CalleFeria), hay elementos para todos los gustos y colores. Y sólo tú sabes que eres es culpable... ¡pero es que están tan buenos! Afortunadamente siempre nos quedará el Almax... y a vuesas mercedes ¿qué les da ardentías o ardores? Tomad un buen trago de agua fría... os calmará.

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Sabia desde el principio de lo que estabas hablando, perfecta descripción. Apunto que no solo es una sensación desagradable para el afectado tambien para los que van contigo en el coche o ven la tele a tu lado.

Maru Serrano dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

A mi me dan ardentías el tomate frito de lata o tetrabrick y el pimiento, pero yo no me tomo nada para aliviarlas, yo sigo como si nada.
Hace un tiempo escuche a alguien decir "no dejes que algo del cuerpo te joda, jodele tu a él" es lo hago siempre y me va de maravilla.
Un saludo a todos.

Maru Serrano dijo...

jejeje, muy bueno Aguador. Creo que con un buchito de agüita de la que tu nos regalas y una poquita de sal de frutas la digestión se pasa mejor. Ahm¡¡ Muy importante: Cuidar los excesos.

Finidiblanco dijo...

Pues yo, gracias a Dios, tengo el estómago más duro que la pata de un paso.

El Caliz de la Canina dijo...

Miarma las comidas con moderación y lo que te haga daño en vez de hartarte te comes la mitad y verás como no te hace tanto daño.

La digestión es muy importante.Pero,¿Que os pasa cuando os pegáis un atracón de comida y os quedáis grogui?.

Que te metes una siesta de esas que dejas la almohada llena babas y dices ufff¡ quillo,vaya lote de come me he dado y vaya siesta me pegao,lo mejor der mundo entero .....

Aguaó la canina seguirá cavilando .....

Blasco Navalta. dijo...

jejejeje...mu weno si señor, al principio pensaba que se trataba de otra cosa mas seria.

un saludo

bogar dijo...

El sabado antes del Domingo de Ramos de hace 2 años,al mediodia comi pimientos "aliñaos" con chanquetes y huevos fritos.Por la noche,al niño de los garbanzos de Paco Gandia,lo mandé al paro.Me puse tan malito que era la primera vez desde que tengo uso de razón,tampoco hace tanto,que me tuve que quedar en casa el Domingo de Ramos y verlo con Paco Robles en Sevilla TV.Ay que malito estaba.Saludos

Rascaviejas dijo...

Reivindico la palabra ARDENTÍA. Cuando me destinaron a Almería se metían mucho con el término y lo tomaban a broma pero ¿habrá sensación mejor descrita? Ese gazpacho "pasao" de ajo, esos pimientos fritos, ese atún encebollado hasta los ojos, esas cervezas a palo seco, ese atún con tomate, ese gualibel que sobraba a esas horas de las madrugada, esa manteca colorá del crucelascabesas, ese chicharrón de Manolo el del puesto de la Feria...Me quedo con el viejo dicho gastronómico: "entre que sobre o que haga daño...que haga daño"
Ya vendrá San Almax...

Reyes dijo...

Pues yo no se lo que son las ardentías, salvo las futboleras.
¡Que haya alivio!
y... ¡ojo con los besos!

Roberto Villarrica dijo...

Vaya tema más oportuno. Esta noche casi me tengo que quedar a dormir en el WC y ahora estoy que parece que he sacado el Herodes, Los Caballos y La Carretería al mismo tiempo.

Deme usted agua milagrosa, señor aguaó.

Ludwig Constantine dijo...

A mí me pasa como a Finidiblanco y a Dama, ya lo sabes, pero mi padre por ejemplo, también lo sufre.

Alberto Ramírez Jiménez dijo...

Magnífico relato de suspense Aguaó, de terror psicológico y miedo digestivo. Pero verdaderamente los pimientos fritos estan de muerte, y más si te lo pones en un bocata de tortilla de papas, ummmmmm delicteseen!!!!

A mí últimamente me da ardentía comer en los chinos, vamos que después del arroz, el rollito y el pollo al limón se me queda una cara de oriental digna del mejor mandarín. No es que coma mucho en estos sitios, pero las ultimas ocasiones lo he padecido; como sea de cena te pegas toda la noche dando vueltas en la cama.

Saludos

el aguaó dijo...

¡Cómo me conoces querida Cofiliquili!

Buen apunte Capitán. Había olvidado el tomate y su esposa 'la acidez'.

No se me había ocurrido amiga Criticona. Junto a las cántaras podría tener sal de frutas.

Eso es bueno Finidiblanco, aunque tampoco puedes abusar amigo.

Las llamadas por Tráfico "comidas copiosas" ¿verdad querido Cáliz?

Querido Blasco Navalta, es usted bienvenido siempre que guste. Esta es su casa.

Amigo Bogar, lo de Paco Gandía ha sido un puntazo. Por cierto, después de semejante pitanza es normal que hiciera mella en tu estómago.

San Almax bendito siempre amigo Rascaviejas. Por cierto, para mí siempre han sido "ardentías".

Me alegro mucho querida Dama, me refiero, evidentemente, al conocimiento de las ardentías estomacales, que las otras también las sufro yo.

Beba toda la que quiera querido Roberto y sea usted bienvenido a esta su casa, donde puede volver siempre que quiera. Y por supuesto... mejórese.

Amigo Ludwig, aquí más de uno sabe que tiene 'usted' un estómago a prueba de bombas... pero hay que tener cuidado con los excesos, como dice la amiga Criticona.

Hay que tener cuidado con los condimentos chinos. En todos los sentidos amigo Moris. Y sí, los pimientos están muy buenos, de ahí mi sentimiento de culpa.

Un fuerte abrazo a todos.

Anónimo dijo...

Me encanta ...la foto.

Híspalis dijo...

En mi caso no sabía para nada de lo que se trataba. Has mantenido muy bien la intriga, de verdad. Curiosa y simpática entrada. Gracias una vez más por tu trago de agua fresca...

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Yo no suelo tener ardentías, pero...

También he tenido problemas parecidos a principios de semana. El domingo después de cenar me dí un lote de castañas e higos secos y para terminar una onza de chocolate negro, resultado: a las 6 de la mañana estaba haciendo la hipotenusa frente al excusado, que diría un cursi. Todo el día estuve como si hubiese ido en la trasera de la Amargura pero haciendo el recorrido del Cerro.

Les Corts dijo...

Sigo enfadado contigo; después de recordarme a Juande cada vez que entraba en tu blog, ahora resulta que POR TU CULPA, mi mujer fué el otro día al mercado a por chicharrones de Paco Roig (cuando estoy malo, suele mimarme).
Y entre los antibióticos y los chicharrones (con su correspondiente ajito frito), no te imaginas las ardentías que tengo.

Un fuerte abrazo.