domingo, 27 de abril de 2008

Diálogos...

Hay diálogos que surcan el aire. Hay palabras que se entrecruzan. Hay frases que se dicen. Preguntas que son respondidas y otras que quedan sin respuesta. Hay diálogos silentes. Hay diálogos secretos. Hay diálogos que quedan prendidos en el recuerdo. En la imaginación. En la historia. En la leyenda...

Al alba, cuando se despiden las tinieblas de la noche y la Aurora derrama sus lágrimas de Rocío, se encuentran. Dos hermanos.
- Por fin. Hoy es el día – en la voz de Helio se hacía patente el nerviosismo y la ansiedad.
- Hoy tú serás el afortunado querido hermano. Hoy, por fin, no llegarás tarde. Hoy, cuando tus cuatro corceles recorran el cielo, podrás verlo. Y entonces recordarás antiguas estampas – le sonrió emocionada Selene.
- Hace mucho tiempo que no baño con mi rayos Su dulce rostro. Hoy recordaré viejas estampas en blanco y negro. Ni siquiera la sepia se muestra en mi recuerdo. Apenas unas imágenes que se pierden en el tiempo. Hoy, volveré a verlo. Muchos años después – Helio sonrió a su hermana.
- Yo lo esperaré el año que viene. Llena como siempre. Cuando su zancada vuelva a recorrer sus calles de Madrugá – le respondió Selene. Su hermano se despidió y continuó su camino, azotando a los cuatro caballos de fuego que tiraban de su luminoso carro.


En un convento de la calle Cardenal Spínola, el Rosario de la Aurora llega siempre a la misma hora. Pocas hermanas quedan ya. Clausura y soledad. Mucho convento para tan pocas personas. En sus cabezas carcome lo ocurrido en Santa Clara. Un gigantesco convento para siete hermanas. Finalmente, exilio al final de los noventa. Al consumar el siglo XX concluyó la historia de Santa Clara como clausura. Quizás ese detalle. Quizás ese exilio forzado de sus compañeras rebota como un eco ensordecedor en la clausura de esas hermanas de Cardenal Spínola. Pero hoy es diferente. La primera misa es distinta. El día es diferente. El aire es distinto. Hoy sonríen con más frecuencia. Hay miradas de complicidad. Hoy reciben un Huésped especial. Hoy viene, para quedarse un tiempo, el Señor de Sevilla. El Hijo de Dios y su Bendita Madre. Cuando los panes y los peces se pongan a la mesa. Cuando la Oración surque el aire para dar gracias a Dios por la comida, Nuestro Padre Jesús del Gran Poder ya estará allí.


- ¿Está todo preparado?
- – sonrisas. Nervios. Suena la puerta. Los primeros hermanos. Una llamada de atención.
- Venga que ya está al llegar – dice una de ellas. Ya se siente porque hay escalofríos cuando hace calor. Ya se escucha porque hay silencio en la calle. Aparece. Media vuelta. El rostro de El Cisquero desaparece en la penumbra de la Iglesia. Anfitrionas frente a su Invitado. Rezos en el interior. Diálogos secretos.


- ¡Qué bonita viene! – aparecía María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso. Bellísima. Delicada. Preciosa.
- ¡Mira qué guapa! – diálogo al aire. Diálogo sin respuesta. No la necesita. Sonrisa. Emoción. Lágrimas. La Señora acompaña a Su Hijo. Se canta el Ave María. Las monjitas se emocionan. Ahora estarán menos solas que nunca, el Señor y Su Madre han venido para estar con ellas varios meses.


Dos amigos anónimos se encuentran. Uno trabaja. Cámara en ristre y autorización en el pecho. Un siseo. Este humilde aguaó lo ha reconocido. Le llama. Un diálogo conocido.
- ¿El Canónigo Alberico? – sonrisa que responde la pregunta lanzada – yo soy el aguaó.
- ¡Hombre qué alegría!, ¡encantado! – viene la Cruz de Guía – oye, mucha suerte con los exámenes. Mantennos informados.
- Por supuesto. Me alegro de conocerte.
- Igualmente. Me alegro de verte – despedida y cierre. Llega la Cruz de Guía. Diálogo corto pero ilusionante y alegre.


Llega el Señor. Túnica lisa. Me recorre el escalofrío de siempre. Cielo azul. Gran Poder. Diálogo secreto. Me persigno. Padre Nuestro. Llega María. Bellísima. Mayor Dolor y Traspaso. Delicada y fina. Diálogo silente. Me persigno. Dios Te Salve María.


Y Sevilla los esperó. Se echó a la calle. Y dialogó con Ellos. Diálogos secretos. Diálogos silentes. Diálogos sevillanos. Diálogos de Esperanza. Diálogos de historia. Diálogos de leyenda...

17 comentarios:

J. Iván Martín dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
J. Iván Martín dijo...

Precioso el texto amigo aguaó.... este traslado ha dejado unas imagenes preciosas, sobretodo el sol dandole de cara al Señor y lo bellisima que iba la Virgen del Mayor Dolor...

Si las fotos las has hecho tu seguro que nos hemos cruzado en la puerta de Santa Rosalia... yo estaba subido en la valla del convento, al lado del edificio en obras, con una camiseta morada... a ver si me viste...

Un saludo y pasate por mi blog que ya he colgado las fotos...

Moe de Triana dijo...

Escalofriante relato amigo aguaó...

Ha debío de ser precioso todo lo que ha acontecío esta mañana en los aledaños de San Lorenzo, yo no he podío ir, me lo he perdío, pero gracias a tu entradita, con su texto y sus fotitos, has conseguido acercarme a lo que se ha vivido allí, muchas gracias.

¡Un saludasso!

La gata Roma dijo...

Pués casi suscribo a Moe… No he podido ir pero con esta entrada me queda mas cerca… Gracias
Kisses

P.S. Por cierto, que de blogeros se están conociendo últimamente.

Tormenta. dijo...

Hola.. vaya pedazo de post! genial de verdad.
Y lo importante que es dialogar, luego..el hablar por hablar ya es otra cosa.
A mí las preguntas sin respueta, son las que más, me fastidian,pero claro,no todo tiene que tener una respuesta, un sentido,un porqué.
En fin, que estuvo bien pasar por aquí otra vez,disfruté, ahora, esto pasa, en una terrazita y tomando un finito y ni te cuento, jajaja.
besos majo!.

Antonio dijo...

De nuevo flotando en el aire las nubes blancas de los corazones blancos nos trajeron la crónica. Desde la luna llegó el agua que muchos sí quieren la del aguaó...

Y un servidor llegó justito, vaya mañana de rocambolescas situaciones, al final llegué a la cita con un hermano de la Cofradía del Traspaso, quienes tengan niños sabrán con certeza este principio de incertidumbre. Tras el manto de la Virgen pude charlar con viejos foreros, futuros arquitectos y buenos dibujantes, y algún fotógrafo del detalle, del pellizco... pero como no encontré al aguaó para beber un buchito que ya picaba el lorenzo me tome una cervecita y para casa con mis criaturitas...

Gracias por la crónica...

Saludos
Antonio

Anónimo dijo...

Ha sido un dia inolvidable.

Unknown dijo...

Hacía tiempo que no me emocionaba tanto como esta mañana. Tantos recuerdos y tantas imágenes han pasado por mi cabeza en tan poco tiempo... Nunca puedo verlo y esta mañana ha sido mágica, inolvidable.

Saludos, amigo aguaó. Y preciosa entrada, como siempre.

Híspalis dijo...

Tuvo que ser una estampa única y preciosa. Lástima que no pude acudir... de todas formas me acordé por esas horas que el Señor de Sevilla caminaba por nuestras calles.

Respecto a tus encuentros con blogeros, Ramsés no sé cómo lo haces pero eres único. Por cierto, seguro que disfrutastes de lo lindo. Sabes que me alegro. Un fuerte abrazo y dale fuerte a los estudios. Tu amigo Híspalis.

María_azahar dijo...

Me impresionó muchísimo ver al Gran Poder tan de cerca y a plena luz del día, con un sol radiante y la Virgen creo que resaltó sobremanera su gran belleza en una estampa inédita.

Genial la entrada, Ramsés, pero eso era de esperar ;)

Charo.

Jordi de Triana dijo...

Hacía tiempo que no me pasaba por tu casa, para alzar el búcaro de tus profundos conocimientos, de las palabras justas y de la emoción desmedida. El Señor volvió a fijar el encuentro. El agua de este manantial de sentimientos no pierde su frescor, en cada palabra se renueva. Reflejas como nadie el antes y el después del encuentro fuera de calendario del Señor y su pueblo bendecido. La historia improvisó el reencuentro, todo era distinto, el día transcurría entre emociones y ante cierta incredulidad, hasta que apareció Él y todo volvió a ser como siempre en su presencia, todo era perfecto. Hasta las saetas que conmueven en la Santa Madrugada acompañaron al Señor al compás de su zancada. El día apuntaba a otra cosa hasta que el Señor lo llenó todo, con su desbordante presencia y su mirada penetrante que enamoraron de nuevo a una Sevilla que no se cansa de tanto amor correspondido. Mil veces que alce la mirada hacia el Señor mil veces que quedaré sorprendido ante tanta belleza y dolor contenido. La lejanía del Señor en su zancada nos hizo más cercanos de su Ser poderoso. El tiempo se detiene cada Madrugá ante el Señor, como ayer la radiante luz que ilumina los planetas claudicó de su reino poderoso para arrodillarse a los pies del Dios de la madera encarnado en el Hijo del Hombre.

El Caliz de la Canina dijo...

Y la luz se asustó, y la noche se fué.Mediamañana, el Gran Poder se siente raro,el Sol refleja en su cara,la pena que tiene el Señor y la alegría que tiene Sevilla por ver esta maravilla al son de D.Lorenzo que lo vió como un lienzo en una estampa retocada por el fotochop.Si el Gran Poé de día.

Una estampa para la historia de la Hermandad y de Sevilla.La vuelta será más especial ......mi pena las monjitas que se desprenderan de él ..........

En fin la Canina seguirá cavilando .........

Mer dijo...

Gracias por esta crónica, me has hecho sentir que estaba allí, no he estado en Sevilla este fin de semana. Veo lo bien que le sienta a la virgen el celeste macareno (qué buen trabajo, Jose Ramón), y la luz de la mañana, preciosa estampa. Espero no perderme la vuelta a su templo.Saludos

el aguaó dijo...

El sol ha sido el tercer protagonista de estas imágenes históricas querido Iván. Y sí, te vi.

Muchas gracias querido Moe. La verdad es que son estampas, momentos y recuerdos que no se olvidan.

Amiga Gata, al igual que al tabernero de Triana, te recomiendo la vuelta. Seguramente tenga un sabor especial. Además de que la luz será diferente, pues estaremos en pleno invierno.

Querida Tormenta, en ocasiones hay diálogos que no se escuchan. Diálogos de miradas. Diálogos silentes. Quizás tú conozcas algunos de éstos.

Querido Antonio, como habrás podido comprobar, servidor estaba frente a la puerta del Convento de Santa Rosalía. Me alegro que disfrutaras del Señor del Gran Poder y Su Bendita Madre.

¡Si supieras cuanto me acordé de ti amiga Glauca!

Paradójicamente, querido Du Guesclin, hace muchos años que yo no lo veía en la calle. Siempre antes de salir o dentro en Su Llegada. El domingo recuperé imágenes, pero con un brillo distinto. Y gracias por tus palabras.

Sé que te alegras amigo Híspalis. Espero que puedas ver la vuelta. Y el día que nosotros nos encontremos...

Querida Charo, ese fue uno de los secretos: la cercanía del Señor y Su Madre. Impresionante. Y gracias por tus palabras amiga.

Gracias por tus palabras amigo Jordi, son todo un honor para mí, pues con ellas consigues resumir, de una forma bellísima, lo que se vio el domingo.

Amigo Cáliz, una estampa, como bien has dicho, de Historia. La verdad es que cuando la Hermandad se marche, las monjitas se sentirán tremendamente extrañas.

Querida Mer, qué alegría verte por aquí. La verdad es que has resaltado un punto que no ha salido: el manto recién restaurado de la Esperanza Macarena. Bellísimo detalle y magnífica estampa. Gracias por tus palabras amiga.

Un fuerte abrazo a todos.

nefer dijo...

Amigo gracias por llevarme al lugar y al momento donde, debiendo estar, no estuve.

1BESO.

Reyes dijo...

No pude estar, pero hubo mucha gente que me tuvieron presente en esos dialogos.

el aguaó dijo...

Querido Nefer, gracias a ti.

Amiga Reyes, ten por seguro que muchos de nosotros te tuvimos presente.

Un abrazo.