miércoles, 9 de julio de 2008

No lo entiendo...

Los veo levantarse. Los veo desaparecer de la calle. Enfilar la dirección contraria o cortar por la perpendicular. Y no lo entiendo. No lo comprendo. Avanzo con mis estrechos pasos y compruebo que hay huecos en el camino. Son pocos los que te esperan. Pocos los que se quedan. A través de mi antifaz veo esos rostros cansados de la noche. La fugacidad de una semana. Lo etéreo del momento. Los que se quedan, los que te esperan, son los que podrán disfrutar de Ti. De Tu magnífico palio. De Tu compañía mesína. De Tus delicadas manos. De Tu bellísimo rostro. De Esa Mirada...



Por eso, cuando vuelvo a la Basílica y te veo llegar, no comprendo por qué la gente no te espera. Ese delicado momento de verte llegar. De sentirte llegar. Ese preciso instante en el que nos regalas Tu presencia. El momento de escuchar tu silencio al pasar. De ver cómo te marchas. No comprendo por qué no se quieren perder en Tu palio de cajón. En Tu silenciosa belleza. Y en Tu Mirada. Esa Mirada... esa Mirada que me puede.

Y luego me marcho con lágrimas en los ojos. De vuelta. Por el camino más corto. En silencio. Al alba.

Inmerso en mis pensamientos

No lo entiendo

¿No se dan cuenta que es Ella?

30 comentarios:

Zapateiro dijo...

Yo soy de las que me quedo a ver tu Hermandad entera cuando la veo, que no todos los años puede ser, y me gusta más si cabe por eso, porque la dejan más sóla, más íntima y se puede contemplar como ya apenas podemos contemplar nada en la calle, sin apretones, sin pisotones, sin los típicos imbéciles dando el coñazo, sin tener filas de personas delante que te dificulten la visión.

Un saludo aguaó.

Anónimo dijo...

... ni yo.

La gata Roma dijo...

A Mer le va a encantar esta entrada tanto o más que a mí. Seguramente porque nunca nos iríamos sin verla a ella, porque su madre, mi abuela, al igual que tú tampoco entendía como la gente se podía ir…
Preciosa entrada, y un respiro de incienso en estos días mas dados a otros menesteres… Será porque siempre quiero adaptar esa campaña cursi que decía “Ojalá fuera Navidad todo el año” a que ojalá todo el año fuera Semana Santa…

Kisses

Unknown dijo...

Magnífica entrada Aguador. Hace falta vivir esa situación para darse cuenta de esa injusticia que se comete tan a menudo en nuestra Semana Santa.

En la misma situacion me encuentro yo, e incluso peor; no entiendo como esa Camapana, que hace media hora estaba repleta de gente, está desierta cuando entra la Virgen de las Angustias.

Ultimamente parece que la cosa ha mejorado algo, pero algunos años era deprimente no encontrar a nadie, sobre todo en Carrera Oficial.

Saludos y un abrazo.

Anónimo dijo...

Acompañar a la Hermandad, ir a la recogida, ver el encierro de los tronos, forma parte de un todo: la devoción a tus imágenes. He sentido tanto leyendo este texto ... y aunque no conozco la semana grande de Sevilla, vuelvo siempre a mi tierra para ver las de alli.

Finidiblanco dijo...

No lo entiendes porque no se puede entender, sin más.

Diego Romero dijo...

Y pensar que hace algún tiempo estariamos hablando de la Hermandad del Traspaso...
Pero así es la vida, o mejor dicho, así es esta ciudad y su Semana Mayor, que es el reflejo de ella misma.
Pero todo tiene su lado positivo, y ante estos tópicos incompresibles de nuestra Semana Santa, hay que nadar contra corriente, y aprovecharse de las situaciones que esta sinrazóm y esta falta de cultura nos pone delante, para disfrutar de Ímagenes, pasos, momentos y lugares que se salen del "pograma" de los que ven esto con las orejeras puestas... Y además, procurar no comentarlos mucho... que no se corra la voz, que si nó, te los joden.

Precioso texto. Un abrazo.

ANTONIO SIERRA ESCOBAR dijo...

yo tampoco lo entiendo, pero disfruto más con la soledad de no entenderlo que con la bulla folclórica sin sentido. No lo entiendo pero disfruto más con verla llegar en medio de la estampida. Porque es Ella, como bien dices, la Madre del Señor, que al alba es un prodigio de bordados juanmanuelinos, meciendose en el aire de los vencejos. Es un íntimo placer no solo verla llegar, sino alejarse para nuestros adentros. Un saludo.

El Caliz de la Canina dijo...

Tienes razón,querido Aguaó.Las cofradías hay que verlas de principio a fin,como Dios manda.

Es un delito mayor no ver a un titular de una Hermandad.Sólo se vive una vez al año.

En la Madrugada, hay gesto precioso, cuando mi Esperanza de Triana va camino de Postigo, justamente se ven El Cristo de los Gitanos y la Esperanza, Él enfilando los palcos para girar y entrar en la Catedral y la Virgen por Correos.Mi Esperanza se vuelve y saluda a los Gitanos.Los vellos de punta,sin palabras .......

La Canina seguirá cavilando .....

Anónimo dijo...

Aguador le doy toda la razón a el caliz de la canina cuando dice que hay que verlas todas de principio a fin, por ejemplo mi Hermandad del Santísimo Cristo de Burgos, que es el crucificado documentado más antiguo que hace estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral algunas veces lo he visto solito, no se como explicarlo, hay un gran número de personas que si no lo ven o se cruzan con El en un momento dado pues les da igual verlo que no.
Esto que te digo lo han visto mis ojos pues antes de aprobar que la mujer podía salir de nazareno, a mi su junta de gobierno siempre me permitió ir delante de El hasta la Campana y la vuelta de nuevo a casa en la manigueta derecha trasera del paso de palio junto al maniguetero y veía como muchas personas cuando estaba por llegar el Cristo se retiraban para buscar otra hermandad.

Besos

María_azahar dijo...

De siempre he pensado que Ella es de las grandes eclipsadas de la Semana Samta y esta Imagen es una auténtica delicia, de mis imágenes marianas favoritas. Me da mucha pena y rabia entrar en la Basílica y verla casi siempre sola, con esa carita y expresión tan dulces. La pasada "Madrugá" al verla pasar en ese maravilloso entorno museístico de Gravina -Pedro del Toro- Bailén me "traspasaba" el cuerpo una sensación mágica y me revoloteaban mariposas en el estómago, no podía apartar la vista al verla alejarse, y el día del traslado a Santa Rosalía quedé verdaderamente impresionada al contemplarla a la luz del día y tan de cerquita. Bellísima.


Un saludo y enhorabuena por la entrada. Gracias por darle ese protagonismo que merece.

Juan Duque Oliva dijo...

Estoy seguro que te harían una levantá al pasar por tu blog por esta entrada.

No me gustan las aglomeraciones y precisamente estos momentos en los que hay menos gente serían los que a mi me gustarían.


Gracias Aguaó.

M. Andréu dijo...

Llevas toda la razón del mundo con lo que dices. Quizás sea una de esas imágenes desconocidas por el gran público.

De todos modos, abundando en lo que dice La Cava, prefiero que estemos viéndola "los cabales", los que sabemos a qué vamos y qué vamos a ver antes que los que no saben de qué va esto.

ELLA lo agradecerá, sin duda: menos con más calidad que mucho con poca.

Un abrazo amigo.

el aguaó dijo...

Querida Zapateiro es una de las ventajas, el no tene dobles ni triples filas que dificulten la visión.

Ni tanta gente amiga Glauca.

En septiembre volverán más entradas de Semana Santa, pues para mí empiezan las vísperas ese mes querida Gata.

Imaginaba que con la Virgen de las Angustias pasaba algo parecido amigo Du, pues más de uno me ha dicho que se iba cundo pasaba el Señor.

Querida Pilar, si puedes, y te apetece, pásate un año por Sevilla, creo que te gustará.

Incomprensible pues, amigo Finidiblanco.

Eso es lo más positivo querido Lacava, y pensándolo en frío, es lo mejor, disfrutar de Ella en intimidad. Y bajito, sin hablar muy alto.

Alejarse paa nuestros adentros, esta frase es una verdad como un templo querido Natural de Sevilla.

Querido Cáliz, ver una Hermandad es contemplar el cortejo completo, y no seleccionar Misterios.

Querida Sevillana tu Cristo es digno de contemplar en intimidad. Es uno de esos Crucificados que gustan esperar y perderse en su cortejo primero y en su paso después, para culminar en esa preciosa talla de Juan bautista Vázquez el viejo. Y luego esperar a la Señora de La Palma, con esos bordados sobre rojo carmesí. Bellísima Hermandad.

Querida Charo, más de uno nos quedamos prendado el dia del Traslado a Santa Rosalía. Iba bellísima. Mucha gente descubrió a la Madre de Dios ese día.

Pues te recomiendo que la veas en Gravina, calle estrechita y sin problemas para disfrutar del Gran Poder querido Juan. Y gracias a ti.

Amigo Miguel, tal vez sea esa la mejor opción. Menos pero mejores. No lo había visto de esa manera.

Un fuerte abrazo a todos.

Anónimo dijo...

Tu sabes lo que para mi significa María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso...

Por eso quería decirte que curiosamente anoche unos amigos comentaban que ese Palio debería llevar música.
Cuando pidieron mi opinión les respondí que ya la llevaba... me miraron extrañados hasta que cayeron en la cuenta...

¡Que pocas personas tiene el privilengio de escuchar Su Música cuando va tras Ella!

PEPE LUIS TRUJILLO DEL REAL dijo...

Yo soy uno de esos anónimos nazarenos de la Hermandad del Traspaso, he sido anónimo penitente varios años tras su paso en la Madrugada, en una Hermandad como la nuestra en la que no debemos girarnos para ver el paso, es una autentica delicia ir toda la noche contemplando la muy sevillana trasera de su palio, pero siempre se nos pellizcaba el alma al verla reflejada en los cristales de cualquier escaparate iluminada por la cera, y es que si es duro no poderse girar, aún más duro es contemplarla toda la noche y no poder verla de frente, hasta que llega ese momento culminante de mi Semana Santa, en el que en el silencio de la Plaza, se gira para entrar, y tras toda una noche sin poder mirarla de frente, Ella miraba a sus penitentes y yo, su penitente, la miraba con lágrimas en los ojos que me caían por las mejillas cubiertas por negro ruán.

PEPE LUIS TRUJILLO DEL REAL dijo...

Y por cierto, ese palio lleva música como bien dice Glauca...

Anónimo dijo...

Bueno, aguaó, yo lloré una vez con la Virgen del Rocío, pero eso fue hace mucho, antes de perder mi fe.
Comprendo tus sentimientos, de todas formas, y creo que es hermoso tener el corazón lleno de amor religioso.
Un beso

Antonio dijo...

Hasta el rabo todo es toro.


Hasta que no pasa el preste no me retiro. La trasera de un palio. Y si es el del Traspaso..... ufff

Antonio

Diego Romero dijo...

Es que la trasera de un "pasopalio"... ¡Qué cosa más sevillana!

José Ángel Caballero. dijo...

Aguaó, este es uno de los misterios de la Semana Santa Sevillana, ¿como puede estar tan olvidada esta imagen? Siempre me ha llamado la atención que cuando pasa el Señor, si no llegas con tiempo, puedes verlo en cuarta o quinta fila más o menos, pero sin moverte del sitio, cuando llega Ella, la ves en primera y sin mucha gente alrededor. Se produce una espantada en toda regla.
El traslado a Santa Rosalía creo que fue un descubrimiento para la mayoría de los asistentes.
Desde aquí recomiendo que se pasen por Santa Rosalía y disfrutar de su belleza, desde su nueva ubicación, más cercana que en la basílica.

Saludos

Reyes dijo...

Es así, la gente que no entiende, no la aprecia.
Yo no concibo la Hermandad sin Ella.
Y además es que es preciosa.

nefer dijo...

Yo SÍ lo entiendo AMIGO, los que están son los que tienen que estar, los que se quedan son los que sienten que LA necesitan y ella quiere que se queden. Porque, con mi NIÑA, cuanto más sólo estoy con ELLA, más LA disfruto.

1BESO.

NICODEMO dijo...

Hace unos 20 años que no la puedo ver porque esa noche también salgo. Pero recuerdo como bien han apuntado algunos que si para ver al Señor estaba varias filas atrás, para verla a Ella podía perfectamente estar en la primera. Y no es la única que le pasa. La Virgen de la Presentación también es una de las olvidadas. O hasta hace unos años la Virgen de la Salud de San Gonzalo o la Merced de Pasión.
Coincido con Miguel. Creo que los que se van es por desconocimiento (o incluso por falta de criterio). Como dice un amigo, ésto debería tener cárcel.
Magnífica emtrada Aguaó.
Un saludo

Tormenta. dijo...

Hola majo, no puedo hablar de lo que no he vivido,pero tu transmites tus emociones y me sabe mal que así sea.. está claro que todo no se puede entender.. un beso.

Moe de Triana dijo...

De pitón a rabo, así es como hay que ver las cofradias, en el momento menos esperado, cualquier detallito puede dejarnos tremendamente impresionados...

el aguaó dijo...

Efectívamente querida Glauca: el palio lleva música, tan sólo hay que aprender a escucharla.

Querido Pepe Luis, bienvenido a este humilde rincón donde se sacia la sed del sediento. Nuestra Virgen tiene una Mirada que cuando se cruza con la tuya te Traspasa. Es todo un privilegio verla entrar en la Basílica.

Gracias querida Soboro. Aunque a veces ese amor traspasa lo religioso.

Es que es así. O al menos debe ser así amigo Antonio. Ver alejarse un paso... que cosa más sevillana, como dice nuestro amigo Lacava.

Querido José, precisamente lo que tu dices puede cambiar las cosas. El Traslado. Mucha gente descubrió ahí a mi Virgen... vestida con el manto celeste de la Esperanza.

Y además es que es preciosa. Buen remate querida Dama.

Llevas razón amigo Nefer. Los que están son los que tienen que estar.

Querido Nicodemo, por desgracia pasa con muchas imágenes, y el ejemplo de la Virgen de la Presentación es también muy claro.

Un año, querida Esther, ven cuando en Sevilla se hable de Semana Grande. Entonces lo vivirás.

Cualquier detalle. Por nimio que parezca ser al principio. Se te echaba de menos querido Moe.

Gracias por vuestras palabras y un fuerte abrazo a todos.

Isaak dijo...

Es uno de los textos más hermosos que he leído en mi vida. He llegado aquí por causalidad, pero te enlazaré en mi propio blog.

Enhorabuena, y suerte.

Enrique Henares dijo...

Cualquiera con un mínimo de sensibilidad sevillana no lo entiende, querido aguaó. Pero a mí me encanta esa soledad de los cabales; caminar junto a ese palio increible, por la calle Cardenal Cisneros, disfrutando de su andar prodigioso desde que toca su martillo Carlos Villanueva...

Sin duda de los grandes instantes de mi Semana Santa.

Verdial dijo...

Me quedé con los vellos de punta tan sólo de imaginarme tanta belleza mística, y luego de pena por el incomprensible abandono.

Un abrazo