viernes, 14 de noviembre de 2008

No lloréis...

Un sonido mudo y apagado en la penumbra. Noche recién estrenada que antecede una jornada de despedida. Seis lágrimas de cristal. Sombras perfiladas en la oscuridad y luz radiante en los rincones. El compás inagotable de un reloj que marca el destino de los hombres. El tiempo cayendo por los resquicios de la razón en una cuenta atrás. La melodía de lo perfecto alejándose en la claridad exterior. El rumor de los besos de Sevilla. Los meses plegados cuidadosamente en un abanico de días, horas y segundos. Los ojos sedientos de miles de fieles perdidos en un ramillete salomónico. Incienso ahogado. El alfa y omega en dos manos. El cariño y el amor en una mirada. Un sollozo contenido mientras una espina atraviesa al Hijo de Dios. Puñal de plata y reja dorada. Hábitos almidonados y corazones entristecidos. La garganta se cierra y certeros dardos de pasión cruzan el alma. Lágrimas nocturnas para una marcha anunciada. Y no es otra cosa... es agonía. Tal vez fuera eso lo que sentía aquella hermana. Ahora sólo había silencio. Fuera el mundo seguía girando y el reloj contaba las horas pero dentro... dentro se paraba todo y no había pasado ni futuro, ni siquiera presente. La clausura congela el mundo y suspende los días en saltos puntuales. Pero desde hacía varios meses, la arena que desgranaba el tiempo había vuelto a funcionar en la rutina de su corazón. Los días se consumían como los cirios de promesa y la cera manchaba el adoquinado de su memoria con recuerdos imborrables. Y ahora, en silencio, perdida en las Manos que mueven el mundo, y buscando en la Mirada del Traspaso, un suspiro contenido remueve sus entrañas. No hay nada peor que la agonía. Y ella puede verlo, puede palparlo. La certeza de saber que algo se acaba y no poder hacer nada por remediarlo. Y entonces un temblor le recorre sus manos y en las ventanas de su alma aparece una perla de cristal. Una lágrima cruza su mejilla y siente que es el Señor el que acaricia su rostro y Su Madre la que lo seca con Su pañuelo. Ya se van...



Gracias a R. Villarrica


- ¿Por qué lloras hermana?
- Lloro porque no podré más acariciar Sus Manos con mi mirada. Porque ya no podré contarle a Ella lo bonita que está por la mañana. Porque ya no podré disfrutar de sus silencios. No podré darles un beso de buenas noches. Ver la Luz en la oscuridad. Lloro porque aún no se han ido y ya los echo de menos. Porque el vacío no es otra cosa que la ausencia de aquello que lo llena. Porque se van y siento que no podré dejarlos ir sin acompañarlos. Lloro porque no se qué voy a hacer ahora cuando los busque y no los encuentre... ahora que he conocido el Cielo.



No lloréis Hermanas. No lloréis porque hoy, cuando los rostros sagrados del Señor de Sevilla y Su Bendita Madre sientan el frescor de la tarde, Sevilla sabrá que han estado bien. Sevilla entera sabrá que las Hermanas de Santa Rosalía les habéis cuidado. No lloréis porque Él y Ella nunca olvidan y nunca se van. No lloréis porque vuestros corazones están en esas Manos que mueven el mundo. No lloréis porque vuestros ojos están en esa Mirada que sigue la zancada del Hijo de Dios.



No lloréis más, Hermanas de Santa Rosalía, que cuando la noche sea eterna en Sevilla y la Madrugá se pierda en los resquicios de una mañana de vencejos, un río de negro ruán iluminará el camino hasta vuestra puerta, para recordaros que sois las Hijas del Gran Poder y el Mayor Dolor y Traspaso.

30 comentarios:

Juan Duque Oliva dijo...

Otra lección de tu parte Aguaó.

Seguimos aprendiendo.

Un abrazo

PEPE LUIS TRUJILLO DEL REAL dijo...

Precioso Aguaó. Esta noche cera blanca, para acompañar a quien viene aún más hermosa que cuando se fue.

aiNOha dijo...

Ay Aguaó!! te has lucido, menuda entrada mas preciosa!
Pobrecillas las hermanas, tiene que ser duro despedirse ahora de El.

Un besito. Yo me quedaré con las ganas de verlos esta tarde..

María_azahar dijo...

Una entrada estremecedora que te deja sin respiración, en un hilo, en una eterna agonía..., querido Ramsés. Creo que una matrícula de honor se quedaría corta y si tuviera que destacar frases, tendría que transcribirlo entero aquí, es pura Belleza, pura Poesía. Formidable. Enhorabuena.

Besos.

Anónimo dijo...

No hay palabras. Sobre todo, cuando te llueve de tan cerca, el agua de un cantaro que, como una fuente bendita, sacia gargantas enmudecidas por lo bello de tus palabras.
Que Dios te bendiga aguador, y Sevilla te dé el sitio que te mereces en su corazón, bien sabe El que es así.
Un abrazo y beso muy fuerte de...
Uno que pasaba por allí

Juanlu dijo...

Chapó, me quito el sombrero ante vuestra persona...sin palabras me quedo...lo de peticiones que habrán recibido el Señor de Sevilla y su Bendita Madre con las monjas en ese incomparable y desde hace unos 4 años convento de Santa Rosalía que es toda una belleza, gracias a las estancias de mi Hdad de Vera-Cruz y del Gran Poder.
UN saludo.

Juanma dijo...

"La clausura congela el mundo..." No sé, por elegir una frase entre todas. Fascinante. Excepcional. Parece imposible que así sea, pero lo es: cada entrada mejor que la anterior.
¿Se puede escribir mejor? Lo dudo.
Un fuerte abrazo, querido Ramsés.

(Fernando García Haldón, si lees este comentario mío considera mi propuesta, por favor: esta entrada debe ganar el premio a la mejor entrada de la semana).

sevillana dijo...

Impresionante entrada, espero esta tarde poder estar allí para verlo cuando vuelva a Su Casa acompañado de su Madre y con todos sus hijos que no lo dejan solo.
Las monjitas seguro que le echaran mucho de menos pero siempre tendrán sus plegarias para El.
Besitos

Antonio dijo...

No llorarán, ellas están hechas de otra pasta.

Antonio

María_azahar dijo...

Como dice el amigo Juanma, sin dudas, merece el Premio a la mejor entrada de la semana.

ANTONIO SIERRA ESCOBAR dijo...

Ya no sé que decirte, amigo Ransés. Palabra de Dios, que te ilumina en cada entrada. Un fuerte abrazo.

América dijo...

Esta entrada es pura poesía,realmente hermosa,inspiradora,difícil poder decir mas,un regalo para el alma.

Híspalis dijo...

Com siempre, grande, tanto como escribes como de persona. Disfruta de éste día con los tuyos. Gracias por lo que tú sabes. Un fuerte abrazo de tu gran amigo Híspalis.

Jordi de Triana dijo...

Muy bien Aguador. El Señor llegó a la casa de las Monjitas para quedarse para siempre. Ellas seguirán sintiendo la cercanía de Dios. Esta noche volveremos a ver al Señor acercándose a nuestras vidas en la lejanía de su zancada. El milagro de la Primavera se hizo posible e incluso el azahar brotó de los naranjos de Sevilla. Ha sido emotivo vivir tantas tardes del Señor en Santa Rosalía. Aunque no podemos negar lo que nos dicta el corazón, el lugar del Señor está llenando el vacío de una Plaza y presidiendo el Altar Mayor de la Casa de Dios. Esta noche volveré a ver a Dios caminando por Sevilla. Hoy más que nunca necesito encontrarme con su Luz para encontrar sentido a mi vida. Quiero sentir el escalofrío de la noche Señalada, percibir la cercanía del Señor en cada uno de sus pasos, sentir sobre mí el dolor de sus espinas, hacerme pañuelo para secar la sangre que como manantial de su Santo cuerpo brota, quisiera ser su cirineo para aliviar el peso de su Cruz, quisiera ser su costalero para llevarlo sobre mis hombros esta noche hermosa de Sevilla. Esta noche volveré a sentir latir mi corazón como cada Madrugá. San Lorenzo volverá a florecer de nuevo al brotar desde sus raíces la Madre de Dios y su más Bella Azucena. Las almas dormidas de Sevilla despertarán esta tarde para fundirse en abrazo eterno con el que Todo lo Puede. Gracias Aguador por esta entrada sentida en el fondo y brillante en la forma.

callejón de los trapos dijo...

Estimado Aguaó, después de varias semanas sin poder leer ni escribir, entro en este madeja de redes y leo este magnífico escrito. Sentimiento, desde otro punto de vista. Como bien dices, el vacío es la ausencia de lo que lo llena. En Santa Rosalía ahora hay vacío, y cuánto vacío. Impresionante el pasaje cuando señalas la impotencia de no poder despedirlos acompañandolos. Simplemente magistral.

orfila dijo...

Cuando a Curro le ponían toros de Juanpedro, pasaban estas cosas.

Hecho es el símil desde el respeto, creo que se entiende.

Amigo, con riesgo de ser reiterativo, eres "oro molío".

Un fuerte abrazo.

M. Andréu dijo...

De categoría.

Ya han salido las primeras lágrimas del día. Las proximas serán esta noche.

Un abrazo, hermano.

Anónimo dijo...

Ojú quillo.

Esto es lo que debe ser "agua 5J".

Paços de Audiência dijo...

Querido Aguaó, pues acontece que leyendo este post, alguien que encarna la Justicia del futuro, me ha pedido una imagen del Gran Poder. Seguro que tú puedes hacer algo, para que una luz la ilumine y sea lo que tiene que ser: justa.

Un saludazom crack.

Anónimo dijo...

Gracias en nombre de la que va enternamente tras su/tu Bella Azucena.

Finidiblanco dijo...

Precioso, precioso.

María_azahar dijo...

Hacía mucho que no dejaba en casa a Castillejo y salía de procesiones, traslados y demás pero con el Gran Poder y su Bendita Madre siempre hago una excepción. Aún estoy temblando de la impresión cuando los vi llegar a lo lejos de la calle Miguel Cid, entre una inmensa corte de devotos, hermanos, curiosos y nuevos y se iban acercando así muy poquito a poco, teniéndome en esa eterna agonía desde que salí de la Facultad a media tarde y respiraba ya el ambiente de una tarde cofrade sevillana especial. Él y Ella consiguieron que el tiempo se detuviera y que no supiera luego ni dónde estaba, me quedé totalmente ensimismada...

Besos.

Reyes dijo...

Ojú.
Otra lección de maestría.
Eres un fenómeno, Ramsés.

Néstor dijo...

Pues lo cierto es que dejas, una vez más, sin palabras. LO he leido y releido. Y volveré a hacerlo.

nefer dijo...

Yo lo viví en el regreso de Monte-Sión a la Calle Feria, después de su estancia, la verdad como en Casa, en el Convento del Espíritu Santo. Fue impresionante. Impresionaba ver a esas Hermanas llorar. Como si le estuvieramos arrebatando a un Padre, o mejor a un Hijo, porque lo han tratado seguro como a su Niño.

1BESO.

nefer dijo...

Yo lo viví en el regreso de Monte-Sión a la Calle Feria, después de su estancia, la verdad como en Casa, en el Convento del Espíritu Santo. Fue impresionante. Impresionaba ver a esas Hermanas llorar. Como si le estuvieramos arrebatando a un Padre, o mejor a un Hijo, porque lo han tratado seguro como a su Niño.

1BESO.

sevillana dijo...

Querido aguaó, ¿como te puedo mandar unos datos que me ha enviado por correo electrónico el Mayordomo Primero de la Hdad. de la Exaltación sobre el tema de los caballos?
Saludos

La gata Roma dijo...

Imagino que la mañana de ayer, y la de hoy, y la de mañana… tendrán un sabor agridulce en Santa Rosalía. Pero El Señor se quedó en su corazón ya para siempre.
Kisses

José Ángel Caballero. dijo...

Amigo aguaó, puedes visitar una galeria del traslado en mi blog, espero que te gusten


Un saludo

el aguaó dijo...

Amigo Juan, la lección es de las Hermanas de Santa Rosalía, que nos han enseñado a todos su exquisita forma de ser y actuar.

Siempre amigo Pepe Luis. Iba hermosísima, y Sevilla pudo dar fe de ello.

Lloraron querida Ainoha. A las Hermanas se les quebró la voz cuando el Señor abandonaba su hogar. Es muy duro...

Muchísimas gracias por tus palabras amiga Charo.

Espero que no sea la última vez que pases por aquí. Bienvenido siempre a este humilde puesto del agua, dónde ya habías llegado incluso antes de aparecer. No te conviertas en Uno que pasaba por allí, sino en uno que estás aquí. Muchísimas gracias por tus palabras, porque sabes que son muy importantes para mí.

Querido Juanlu muchas gracias. Santa Rosalía quedará marcada a fuego por haber sido la casa del Señor y Su Bendita Madre durante casi siete meses.

Amigo Juanma gracias de todo corazón por tus sinceras plabras. Sencillamente me dejé llevar por lo que sentiría una hermana capuchina... pero sólo ellas lo saben.

Amiga Sevillana no me cabe la menor duda de que las plegarias irán para Ellos. En cuanto al correo, el mío aparece en mi blog y es r.torresgarcia@hotmail.com. Por cierto... ha sido un placer conocerte en persona.

Amigo Antonio... debo decirte que finalmente sus voces se quebraron y sintieron que se les iba la ilusión mantenida en siete meses de cambio radical en la forma de vida de una clausura. Cuando la rutina se instala permanentemente en tu vida... cualquier cambio venidero resulta tan gratificante como un rayo de Esperanza.

Querido Natural de Sevilla, muchísimas gracias por tus palabras.

Amiga América, vuestros comentarios sí que son regalos para este humilde aguaó que sigue adelante gracias a todas vuesas mercedes.

Amigo Híspalis, siempre gracias a ti.

Como siempre, amigo Jordi, tus comentarios completan mi entrada y enriquecen el remate final con un bello toque singular y emotivo. Gracias por tus hermosas palabras.

Querido Callejón, me alegro de volver a verte por aquí. La impotencia que se siente cuando no se puede contunar con alguien que se quiere... es indescriptible. Tan sólo he intentado acercarme a esa sensación...

Querido Orfila tu similitud no ofende... halaga. Y lo de "oro molío" me ha llegado.

Amigo Miguel, voacé sí que tiene categoría...

El agua de mis cántaras se alimenta con vuestros comentarios amigo Maese.

¡Qué alegría verte de nuevo en mi puesto del agua querido Cabezota! Eso está en las Manos que mueven el mundo.

Amiga Glauca... gracias a ti. Siempre a ti.

Muchísimas gracias amigo Finidiblanco.

Muchísimas gracias amiga Reyes.

Amigo Néstor, léelo cuanto quieras, y una vez que decidas venir a mi ciudad, te enseñaré encantado ese hogar de Hermancas Capuchinas. Muchísimas gracias por tus palabras.

La impotencia de saber que, por mucho que se haga, no puede ser de otra forma y se tienen que marchar sin poder ir detrás... quizás sea eso amigo Nefer.

El Señor y Ella, estarán siempre en sus corazones, como bien has dicho querida Gata. Tiene que ser duro, muy duro, volver a una rutina marcada a fuego de por vida...

Me pasaré a verla amigo José. Sin duda.

Un fortísimo abrazo a todos y muchísimas gracias por vuestras amables palabras.