miércoles, 13 de febrero de 2008

El hotel de las almas perdidas

Silencio. Un turbador silencio le rodeaba. La respiración entrecortada. No se lo podía creer. Un nudo en la garganta le impedía respirar con claridad. El silencio estallaba con insolencia en sus oídos.

Había llegado apenas hace unos minutos. Cansada. Agotada por el paso de los días. Tal vez por el paso de la vida. Se quitó el sombrero, dejó su equipaje junto a la cama, se despojó de su vestido y se descalzó. El contacto de la tibia moqueta en sus pies la reconfortó. La cama perfectamente hecha esperaba a su inquilina. Semidesnuda, advirtió que algo yacía sobre la almohada. Un sobre. Una carta. Un pellizco en el estómago. Llegada eclipsada por el desconcierto. La cogió y la observó. Miedo. De lo que podía encontrar en su interior. De lo que presentía encontrar en su interior. Angustia de aquello que se escucha llegar pero no se ve. De aquello que se intuye. Un abrazo de desazón. Un sorbo al destino escrito.




Edward Hopper - Hotel Room (Habitación de Hotel)

Sentada dejó pasar sus ojos por aquellas líneas. De pronto, el alma hecha retales. Silencio. Ya no estaba en la habitación del hotel. Estaba lejos. Muy lejos. Ecos de recuerdos que se deshacen en la tristeza de unas palabras. El adiós escrito entre sus manos. Y el silencio. Eterno silencio en la habitación de la soledad. Soledad que arde en sus ojos. Desolación que estrecha su garganta. Quiere llorar pero no puede. A medio vestir... a medio desnudar. Cristales en su corazón. Ponzoña de papel y letras en sus manos. Era el fin. Atrapada en esa habitación de la soledad, degusta una y otra vez, pequeños sorbos del veneno de la realidad. No lo verá más. No lo sentirá más. Presa en el halo de una desolación apabullante, se deja perder en la resignación de su destino y en los espejos de la memoria. Poco importa ya nada. Sentada en la cama del hotel de las almas perdidas. Ya no está sola. El silencio comienza a convertirse en alguien familiar...

20 comentarios:

J. Iván Martín dijo...

Precioso el texto amigo aguao... ha sabido describir el cuadro con susu palabras...

Un abrazo, amigo

aiNOha dijo...

Me quito el sombrero, me ha gustado muchísimo querido Aguaó.

Por desgracia hay veces que el silencio puede resultar tan familiar...
No me gusta el silencio, aunque hay veces que no viene mal.

Un beso

Er Tato dijo...

Lo mágico de un buen cuadro son las historias y sentimientos, distintos todos ellos, que su autor escribe en nuestro corazón.

Enhorabuena por haber vivido el cuadro y gracias por contárnoslo.

Un abrazo

nefer dijo...

Siento necesidad de abrir la ventana de la habitación y dejar volar la carta.

GRACIAS POR EL SORBO. 1BESO.

Carmen dijo...

Precioso escrito, describes con belleza el dolor que al principio es como una anestesia, te deja vacio...solo, para después mostrarse con toda su crudeza, destilando poco a poco, día tras día, su veneno.

Qué bonito escribes Aguaó...me has emocionado.

Besos.

orfila dijo...

Interesante obra y certero texto.

Lo que se dice un buen trago de agua, en este caso silenciosa.

Un abrazo, artista.

Híspalis dijo...

Trago agua siempre que entro en tu blog, al igual que cuando salgo. Lo que más me ha encantado de esta entrada no es sólo haber conocido a fondo una magnífica pintura, si no el juego que haces con el silencio. En mi opinión es el verdadero protagonista del cuadro: Silencio. Como digo, voy a darme un trago de tu agua bendita para abandonar este espacio siempre interesante, sorprendente y sobre todo magistral.

Gracias una vez más por acercarme a la orilla de la cultura.

El Tuno Negro dijo...

Me encanta tu manera de expresar.

1 beso

Anónimo dijo...

Una voz me iba narrado los sentimientos de Hopper la primera vez que ví uno de sus cuadros...acabo de reconocerla.

el aguaó dijo...

Gracias Iván. Simplemente he intentado describir lo que este cuadro me hace sentir. Hooper es ideal para eso.

Hay ocasiones en que el silencio se convierte en un ruído tremendamente molesto querida Ainoha.

Querido Tato, se me ha ocurrido una idea para la próxima vez. La grandeza de Edward Hopper está en esa fundamental neutralidad con que construye la escena, como bien dice Javier Goñi. Cada observador puede dar cuerpo en la imagen a su experiencia personal. El siguiente cuadro de Hopper propondré que me digáis qué es lo que os dice o qué es lo que habéis sentido al contemplarlo.

Querido Nefer, eso es precisamente lo que pide un cuadro, que entremos en él y formemos parte de lo que cuenta.

Muchas gracias querida Aliena.

Me alegro que hayas saciado tu sed amigo Orfila.

Amigo Híspalis, tus palabras son un honor para mí. Creo que el silencio es el protagonista absoluto, al igual que en el cuadro Autómata. De hecho, Mark Strand se refiere a este cuadro de la siguiente manera: "Si la mujer de Automat tuviese en la mano una carta en vez de una taza de café, podría ser la misma...". Y gracias a ti.

Muchísimas gracias querido Tuno negro. Bienvenido y no tardes en volver, pues esta es tu casa.

A veces las palabras pueden escucharse... muchas gracias amiga Glauca.

Un fuerte abrazo a todos.

Anónimo dijo...

Me encanta la forma en la que has narrado el cuadro amigo aguaó, eres el mejor haciendo estas cosas,muchas gracias por seguir ampliando mis conociemientos sobre cultura.Sigue así maestro.

La gata Roma dijo...

Yo también me recreo en las historias de los cuadros, en todo lo que hay detrás, lo conocido y lo desconocido. Podría decirte todo lo que me ha gustado, pero me quedaría corta, y por otra parte, te lo puedes imaginar por lo que te he contado antes.
Kisses

P.S. Yo también conozco a algún músico de VR y cuando no... otro día lo cuento. Por cierto, al que no conozco es al del xilófono...

bogar dijo...

Coño,con perdón,que facil es aprender con usted.Un saludo

Antonio dijo...

Sí, sí, está muy bien. Estas historias que saltan de la pared. ¿ioy la soledad humana? Para cuándo un monumento...


Saludos
Antonio

Anónimo dijo...

He podido sentir que estaba en la habitación de aquel hotel, que el silencio me dificultaba la respiración y las evidencias se acumulaban en mi nuca.
El cuadro es la mejor compañía para tus palabras, palabras llenas de preciosismo y delicaleza.

Besos veinteañeros^^

Adri y Jose dijo...

Aguaó, me encanta esto que haces de "novelar" las obras de Arte. Si fueses profe, creo que tendrías a la clase entera embobada.
Enorabuena! Tienes madera
Abrazos

Paços de Audiência dijo...

Hay días que te sales del pellejo. Para que negarlo.

Eres un crak¡¡¡.

Anónimo dijo...

"A medio vestir...a medio desnudar". Genial. Un beso.

el aguaó dijo...

Gracias por tus palabras querido Capitán. Tú eres el que amplia tus conocimientos mostrando tu interés.

Hay cuadros en los que perderse en su interior es toda una aventura querida Gata Roma. Me alegro que te haya gustado. Y yo tampoco conozco al del xilófono de Virgen de los Reyes.

Y sin perdón querido Bogar. Muchas gracias. He leído por ahí que te estás animando con un blog... Me alegro muchísimo.

¿Para cuando amigo Antonio?

Gracias amiga Veinteañera. Sin cuadro no hubiera habido palabras.

Muchísimas gracias amigo Gazpacho. Es una de las cosas que más me gustan: novelar las Obras de Arte. Creo que se despierta mayor interés e incluso descubres tus sentimientos hacia ella.

Muchas gracias amigo Cabezota. Te debo una bandeja de pitisús (¿¿o son pitisúes??).

Querida Cifiliquili, al fin y al cabo, se quedó en tierra de nadie. Se quedó a medio vestir o a medio desnudar.

Un fuerte abrazo a todos.

Rascaviejas dijo...

Parece que llego algo tarde, pero me ha encantado. Quizás porque sea uno de los cuadros que mejor simbolizan el siglo XX y más todavía, nuestro popio tiempo.
Saludos