Como cada año me pongo en contacto con ustedes por mediación de mi tradicional carta, que espero Correos os haga llegar con la máxima celeridad posible. Acaban estos 365 días de este 2007, para unos, el año de su vida, para otros, uno de los peores, y para muchos, otro más. Para los cofrades, un año más con lluvia, para los feriantes, jornada plena de farolillos verdiblancos, para los veraneantes, frío atípico, para el otoño, calor atípico, para los béticos el año del Centenario del Real Betis, para los sevillistas el año de la consolidación en lo más alto. Se acaba este 2007 y vuelvo a escribiros mi carta en este 31 de diciembre, que supongo la recibiréis en camino hacia el portal de Belén de todos los niños, y los no tan niños, que os esperamos cargados de esperanzas para este nuevo ciclo que comienza hoy, cuando la abuela sonría y deje caer el jugo de las uvas por las comisuras de los labios, cuando a Juanito se le pongan colorados los cachetes y el aire comience a faltarle bajo la sonora bronca de su madre, cuando don Anselmo sonría y piense que queda un mes y seis días para que la ceniza de Cuaresma se reparta por todos los sevillanos. Esta noche es la noche de la ilusión. La noche de los nervios. La noche del rojo. La noche de la bola bajando. La noche de la sidra y la capa. La noche en la que la quinta es la primera. Pero también es la cuenta atrás para vuestra llegada. La cuenta atrás para la ilusión. Y es curioso, queridos Reyes, que cuando concluye una cuenta atrás, empieza otra para esos locos bajitos que nos apasionan, que nos enamoran con sus gestos, que nos contagian con sus sonrisas y que nos traen la esperanza y la alegría de todos los días. Hace poco Amanda, la hermana de una amiga mía, me dijo lo qué os había pedido: “Yo le he pedido a los Reyes la almohada de Doraemon, para que todos mis sueños se cumplan”, y es eso precisamente, queridos Melchor, Gaspar y Baltasar, lo que hacéis cada madrugada del 6 de enero, cuando llegáis desde el lejano Oriente, tierra de sabiduría, gloria, conocimiento, ciencia y razón antaño, para traer los sueños de todos nosotros.
Os pido, como cada año, que me traigáis salud, paz, cariño y amor, para mi familia y todos mis amigos, entre los que incluyo a todas las personas que me han acompañado en esta aventura del blog a lo largo de este año que muere hoy, y que admiro y les deseo lo mejor, totalmente agradecido por el cariño que me han demostrado. Este año además, quiero daros las gracias. Quiero agradeceros que uno de los deseos más complejos que os pedí se cumplieran, como fue que el equipo de mis amores se quedara en primera. Sin embargo, debo repetir mi deseo y espero que vuestra magia, y la de Chaparro, deje al equipo verdiblanco en la máxima categoría un año más. También os voy a pedir que intercedáis con vuestros poderes y, aparte de magos, como buenos astrólogos (que no astrónomos ni astronautas), dejéis ver el sol durante el día y las estrellas durante la noche, cuando los Dolores se dejen felicitar un Viernes, y que permanezca así hasta que la Aurora de Dubé de Luque, limpia de lágrimas, nos deje una Tristeza Necesaria para pasar la tarde en la que La Maestranza comenzará su temporada. El año pasado no pudo ser, y espero, de todo corazón, que este año el Cachorro expire en Sevilla y vuelva muerto de madrugada a Triana, que las Callejuelas suenen a la O y que el Astro Rey nos deje cercos de sudor todos los días y que las lágrimas de los cofrades sean de emoción al escuchar una saeta, al ver un izquierdo por delante o contemplar como el Señor de Sevilla vuelve a cruzar nuestras calles con su poderosa zancada. Dos cositas más y ya está. La primera, que los amigos Vicenteeldelasalmendras y Bogar se animen, como lo ha hecho Orfila, y se hagan un blog. Y la segunda. Cuando era más pequeño, queridos Reyes, sabéis que yo os pedía una sorpresa si lo veíais conveniente, por eso os pido que el día 6 me traigáis una sorpresa, y a ser posible, espero que sea en forma de victoria para el Real Betis.
Así pues, queridos Reyes Magos, concluyo esta carta que espero os llegue lo antes posible, aunque creo que os la mandaré por e-mail, pues así podréis leerla cuando hagáis un descanso en el camino esta noche para comeros las uvas, si encontráis un wi-fi. Espero que los sueños de todos los niños, como el de Amanda, se cumplan, y que este 2008 venga cargado de esperanza e ilusión.
Y vosotros, queridos amigos... ¿qué le pedís al 2008?, ¿y a los Reyes Magos?, ¿os ponéis algo rojo esta noche?, ¿uvas completas o peladas y sin pipas?, ¿de frutería o de bote?, ¿en la Puerta del Sol o en una ciudad de Andalucía? ...os dejo un vídeo que explica las campanas de esta noche, para que no os confundáis con los cuartos.
Vuestro amigo Ramsés os desea, de todo corazón, un Feliz y Próspero año 2008.